Las cuentas del Estado volvieron a ser superavitarias en el comienzo de 2007, y el Gobierno se encargó de destacarlo. Felisa Miceli se presentó ayer temprano en la sala de conferencias de la Casa Rosada para anunciar que el excedente fiscal de enero fue de 1632,9 millones de pesos, un 2 por ciento superior al de igual mes del año pasado. Es el dinero sobrante entre ingresos y gastos del sector público nacional antes de computar las erogaciones para cancelar deuda. Es lo que se denomina superávit primario. Cuando se resta el gasto para hacer frente a los compromisos con los acreedores, el superávit se reduce a 767 millones de pesos, en este caso, un 42,5 por ciento menor al de enero de 2006.

Miceli hizo hincapié en la solvencia fiscal, en momentos en que empiezan a escucharse cuestionamientos de economistas ortodoxos por un incremento del gasto en el año electoral. El gasto total de enero fue de 13.147 millones de pesos, 10,9 por ciento superior al de hace un año, debido al aumento de las jubilaciones, al mayor pago de intereses de la deuda y al incremento de la inversión en obra pública.

Un rubro que marcó diferencias fue la cancelación de deuda. La ministra de Economía explicó que “el pago de intereses de la letra al Banco Central incidió en la suba el gasto público”. Se refería al título que se emitió cuando se utilizaron las reservas de la autoridad monetaria para saldar por anticipado los pasivos con el FMI. Con ello, el gasto en deuda aumentó 224 por ciento, totalizando 870 millones de pesos.

Por otra parte, las prestaciones del área de seguridad social subieron casi 70 por ciento debido al incremento de haberes y la ampliación del universo de beneficiarios por el régimen de jubilación anticipada y la moratoria previsional. En tanto, las transferencias por diversos subsidios treparon 23 por ciento y el gasto en salarios subió casi 30 puntos.

La planilla oficial de la Secretaría de Hacienda mostró también un importante aumento en las partidas para obras públicas, del 56,7 por ciento. Miceli justificó este incremento en que “la reconstitución de la infraestructura es necesaria para sustentar este modelo con altas tasas de crecimiento”. La ministra estuvo acompañada por el secretario del área, Carlos Mosse, y ambos le presentaron los resultados a Néstor Kirchner antes de darlos a conocer públicamente. El Presidente pregunta varias veces al mes la evolución de las cuentas públicas y considera que el Gobierno debe ser estricto en el cuidado del superávit. Aun así, economistas de la city advierten por la suba del gasto.

Respecto de los ingresos, que sumaron 13.913,9 millones de pesos, la titular del Palacio de Hacienda destacó “la buena evolución” de la recaudación tributaria y previsional y el “grado de continuidad” que estos niveles positivos vienen manteniendo en los últimos meses. La perspectiva para este mes es también de un alza de la recaudación impositiva cercana al 30 por ciento.