Con la idea de despejar el panorama en la ciudad, la líder del ARI, Elisa Carrió, tuvo una ronda de consultas por la mañana y a lo largo de la tarde con los dirigentes porteños de las distintas corrientes. Intentó ordenar la tropa, que sufre las consecuencias de una feroz interna. En las reuniones defendió la candidatura del ex jefe de Gobierno Enrique Olivera y rechazó una propuesta de bajar a pelear la ciudad ella misma.

–No podemos permitir que haya tres candidatos del PJ –fue el argumento de uno de los dirigentes.

–No, yo no vine de Chaco para gobernar la ciudad de Buenos Aires –le respondió Carrió.

El ARI Capital enfrenta una crisis desde las elecciones internas del año pasado, que tenían como favorito al joven dirigente chaqueño Fernando Sánchez. Por una discusión sobre quién debía tener la mayoría de los cargos, se presentó otra lista que llevaba a la cabeza al titular de la bancada del ARI en la Legislatura, Fernando Cantero. La líder del ARI les advirtió que no iba a admitir una interna, por lo que la lista de Sánchez no se presentó, ni hubo conciliación. Desde entonces, Carrió dejó de tener diálogo con Cantero.

Ayer fue la primera vez que se vieron en cerca de seis meses. Las distintas líneas del partido empezaron a acercar posiciones. El encuentro para limar asperezas fue por la mañana, en la casa de la diputada, sobre la avenida Santa Fe. Debatieron sobre la situación interna del ARI, sobre la composición de la lista de legisladores y Carrió les pidió que potencien la candidatura en la Capital. También ratificó la candidatura de Olivera ante el titular del ARI Capital, que es uno de los que lo apoyan. “El verdadero problema es que Olivera no mide demasiado y muchos están susceptibles”, señalaron en su entorno.

En medio del encuentro, pasó por la casa de Carrió el propio Olivera, que no participó de las reuniones (el ex jefe de Gobierno es, en realidad, un extrapartidario). Carrió se mostró de buen humor y bautizó a los contrincantes de la ciudad: “Los tres candidatos son de Socma”. “A Macri por el padre. Y a los otros dos los contrató (el ex intendente Carlos) Grosso, que venía de Socma”, señalaron en su entorno.

“Con Olivera, por lo menos nos diferenciamos del candidato de las empresas de Buenos Aires y de la interna kirchnerista”, se consoló uno de los dirigentes porteños más reacios a aceptar la candidatura. De todas formas, el anuncio oficial llegaría lo más tarde posible: la líder del ARI piensa en una fecha cercana a la impuesta por la Justicia para el cierre de listas, que es 14 de abril.

Por la tarde, recibió a los dirigentes que no se encuentran en la conducción del ARI Capital y que rechazaban hasta ahora la candidatura de Olivera. Fueron de la partida el dirigente de Jóvenes por la Igualdad (JXI) Facundo Di Filippo y la legisladora Liliana Parada. Le plantearon que se debían dar condiciones para resolver el conflicto: sentarse a discutir un acuerdo para el partido, para el bloque, que contemple a los distintos espacios. Carrió escuchó y consensuó, pero dejó en claro que la solución tiene que provenir de la Capital. Aunque no fue música para sus oídos, les ratificó que la candidatura de Olivera es “la más concreta”.

Atrás parecieron quedar las hipótesis de incorporar candidatos que hasta ahora no hayan acompañado el ARI, como podría ser la titular de Unión por Todos, Patricia Bullrich (que logró la Unión de Todos los dirigentes porteños contra ella) y el diputado del CTA, Claudio Lozano, a quien apoya un sector de diputados del ARI. Entre ellos se encuentra Delia Bisutti, que tuvo el último encuentro de la tarde con Carrió. Pero también al presidente del bloque de la Cámara baja, Eduardo Macaluse, así como Marta Maffei y María América González. Carrió había tenido un encuentro con Lozano, pero para ofrecerle que integre la lista a diputados. Las posibilidades de que lo apoye son distantes. La líder del ARI parece más dispuesta a despejar el camino para Olivera.