El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aseguró ayer que la eliminación de la doble indemnización “es una decisión que ya está adoptada por el Gobierno”. Señaló que la semana próxima se definirá cómo se formaliza la decisión “para dar certidumbre jurídica a quienes reclaman el cumplimiento de la norma”, que preveía su eliminación cuando el desempleo cayera por debajo de los dos dígitos. Tal como se conoció está semana, el Indec confirmó el 8,7 por ciento alcanzado a fines del año pasado.

En declaraciones radiales, el ministro puntualizó que “este gobierno entendió que la doble indemnización era una respuesta excepcional a una situación excepcional, como eran los niveles de desempleo inéditos que tenía la Argentina”. Luego recordó que se había asumido por ley el compromiso de eliminar el beneficio extra para volver al sistema indemnizatorio histórico, una vez que la desocupación perforara el piso de dos dígitos, “y así lo vamos a hacer”. “Es una cuestión formal”, agregó. El desempleo de 8,7 por ciento en el cuarto trimestre de 2006, difundido el miércoles por el Indec, ubica el índice por primera vez en un dígito desde 1993.

La decisión de eliminar el beneficio indemnizatorio extra que actualmente tienen los trabajadores fue criticada por el diputado nacional y abogado laboralista Héctor Recalde, quien aseguró que en el primer trimestre el desempleo suele aumentar. Por lo tanto, “hay que esperar a que se estabilice la caída para poder decir que estamos en un dígito”. Por ejemplo, en el cuarto trimestre de 2005 el desempleo cayó a 10,1 por ciento, pero en el primer trimestre del año pasado volvió a subir hasta 11,4 por ciento, enfriando la posibilidad de eliminar la “doble indemnización”, que ahora está por caer. Eso es porque a comienzos de año es mayor la cantidad de gente que busca activamente empleo y el Indec sólo considera desocupados a quienes buscan activamente empleo y no lo consiguen. El legislador aclaró además que la decisión no involucra a todos los trabajadores, porque quienes fueron contratados a partir de enero de 2003 “no tienen indemnización agravada, no hay una suspensión de los despidos sin causa; eso es para los anteriores”.

El ministro Tomada intentó, en cambio, dejar en claro que la baja de la desocupación es una tendencia consolidada al afirmar que en los últimos tres años “casi 700 mil beneficiarios de los planes sociales se incorporaron al empleo formal”. “Hay un cambio que se viene produciendo desde 2004, que es la incorporación de los beneficiarios de planes al trabajo real.” Luego subrayó que “cuando se computaba a los beneficiarios de planes sociales como desocupados, el índice superaba largamente los 20 puntos” y “ahora llega a 9,3 por ciento”. Además destacó que “el núcleo duro, que comprende a los desocupados con restricciones teóricas para acceder al empleo, se reduce igual o más aún que el promedio de la desocupación”, debido a que “hay una política pública activa destinada a estos sectores”.

La doble indemnización comenzó a regir a partir de la sanción de la Ley de Emergencia Económica, en enero de 2002, para intentar poner un freno a los despidos motivados por la crisis. La norma estableció la suspensión por 180 días de las cesantías sin causa justificada y la obligatoriedad de duplicar la compensación monetaria en caso de que igualmente se produjeran. A partir de entonces, se fue prorrogando periódicamente, pese a la oposición de los empresarios, quienes aseguraban que ese “castigo” hacía más difícil pensar en un crecimiento del empleo, debido a la mayor rigidez introducida en el mercado.

Cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia, se comenzó a analizar la posibilidad de establecer alguna pauta para dejar de lado en forma gradual la duplicación de la indemnización, en función de cómo fuera evolucionando la economía. La primera decisión, sin embargo, fue prorrogar el beneficio sin introducir cambios, pese al rechazo empresario y la crítica del por entonces ministro de Economía Roberto Lavagna, quien cuestionó la vía adoptada al afirmar que era una “mala señal” para el mercado.

La primera flexibilización se introdujo en julio de 2004, cuando se redujo el beneficio al 180 por ciento del monto dispuesto por la ley y se estableció que el pago extra concluiría cuando el índice de desempleo cayera por debajo del 10 por ciento. A fines de 2005, cuando la desocupación bajó a 10,1 por ciento, se decidió reducir la paga al 150 por ciento de lo fijado en la ley. Fue el último cambio antes de la eliminación que se prevé ahora.