La crecida del río Paraná obligó a la evacuación de alrededor de 250 mil cabezas de ganado vacuno en la provincia de Santa Fe, en tanto las estimaciones de pérdida oscilan entre ocho mil y diez mil animales muertos, informaron en el gobierno provincial.

El movimiento de hacienda hacia tierra firme fue incesante en los últimos días, y voceros del Ministerio de la Producción estimaron que actualmente quedan en zona de islas y terrenos anegadizos unos 40 mil animales. La crecida del Paraná prendió luces de alarma entre los productores, que en las últimas horas reclamaron al gobierno nacional ayuda para resolver la emergencia provocada en las islas de las provincias de Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires.

El buen precio de la soja, que cada vez suma más hectáreas, hizo que las islas del Paraná pasen a ser uno de los puntos de cría elegidos por los ganaderos mesopotámicos y del delta bonaerense para el desarrollo de los animales. La crecida del Paraná, sin registros de este tipo desde hace casi una década, comenzó a complicar el traslado del ganado a tierra firme, ante el restringido número de vacunos que se puede llevar a través de las balsas de escaso porte. Ante esta situación, el titular de la Sociedad Rural, Luciano Miguens, envió una carta al secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, solicitándole ayuda.