El consumo privado continúa siendo el elemento más dinamizador de la economía, pese a la participación que ha venido ganando la inversión. Durante el segundo semestre del año pasado, el PIB creció 8,4 por ciento, de los cuales 4,8 puntos los aportó el consumo privado y 3,6 puntos la inversión bruta fija. Los datos corresponden a un informe del Ministerio de Economía difundido ayer.

Desde 2003, el consumo privado explicó, en promedio, el 63 por ciento del crecimiento del PIB, habiéndose observado un pico a fines de 2004 y principios de 2005 debido, según el informe, “al rezago acumulado en años anteriores”. Por su parte, la participación de la inversión ha venido aumentando en los últimos tres años y medio y en el segundo semestre del año pasado representó el 41,1 por ciento del crecimiento semestral del producto. Estos datos son celebrados desde el Ministerio de Economía, desde donde se busca desmentir la idea de que la mayor parte del crecimiento, por el lado de la demanda, está arrastrado por una burbuja de consumo doméstico. Cada vez que tienen oportunidad destacan que el consumo crece, pero deja espacio para que sigan aumentando la inversión y las exportaciones.

En el informe difundido ayer volvieron sobre el mismo punto al señalar que el crecimiento económico se dio por “una retroalimentación del consumo-inversión y por una continua alza en el ahorro nacional, cuyo nivel permite financiar toda la inversión interna al tiempo que se incrementó la contribución del consumo”. Además, se destaca que “el ahorro nacional ha ayudado al privado liberando fondos del sistema financiero y despejando incertidumbre sobre la sustentabilidad de largo plazo”.

Los especialistas consideran a la inversión un factor clave para garantizar una continuidad en el ritmo de expansión económica, pues sólo es posible evitar las presiones inflacionarias si se incrementa la oferta. Para ello es necesario ampliar la capacidad instalada disponible, la cual en algunos sectores clave, como por ejemplo refinación del petróleo, supera el noventa por ciento de utilización.

La participación de la inversión en el PIB subió de 19,8 por ciento en 2005 a 21,7 por ciento en 2006, con un pico de 23,2 por ciento en el último trimestre del año pasado, superando el máximo de 21,1 alcanzado en 1998. Sin embargo, a pesar del buen comportamiento, es preciso mencionar que cuando se analiza la evolución al interior de sus componentes se observa que el rubro “Equipo durable de producción”, pese a su crecimiento con relación al PIB, aún se encuentra en niveles inferiores a los de 1998. Además, aunque la inversión siguió engordando a niveles superiores del PBI, se desaceleró respecto de las tasas de expansión del 2005. Así, mientras en 2005 aumentó a un ritmo de 26,9 por ciento, el año pasado subió 18,6 por ciento y en el último trimestre “sólo” el 14 por ciento.

En el informe oficial se destaca además que durante la segunda mitad del año pasado el alza en las exportaciones explicó el 15,2 por ciento del incremento en el PBI, frente al 8,1 por ciento del primer trimestre.