Anoche, al cierre de esta edición, representantes de los tambos santafesinos negociaban con las principales industrias del país un acuerdo para resolver el conflicto lechero, que amenaza con provocar desabastecimiento de productos lácteos. La reunión, coordinada por el gobierno de Hermes Binner, se organizó en medio de una jornada complicada para el sector. Ayer, las medidas de fuerza se extendieron a la provincia de Córdoba y hubo tambos que enviaron vacas lecheras a Liniers en protesta por el precio de referencia puesto por el Gobierno. El ministro de Economía, Martín Lousteau, fue muy crítico del sector. Dijo que los productores tienen “poca propensión al diálogo”.

En la reunión entre tamberos y las usinas lácteas surgieron reproches hacia la actitud de la Casa Rosada. Los productores pretendían que un representante del gobierno nacional formara parte de las discusiones y de un eventual pacto.

Anoche, la principal controversia era la negativa de algunas industrias, encabezadas por La Serenísima, a pagarles a los tamberos 83 centavos por litro, el precio que se abonaba hasta hace algunas semanas. Primero, Guillermo Moreno impuso un precio de referencia de 73 centavos y, una semana atrás, Lousteau elevó ese techo a 78 centavos. SanCor, la otra industria líder del mercado, aceptaba abonar los 83 centavos pretendidos por los productores. El principal objetivo del Gobierno consiste en evitar el traslado de un eventual aumento de lo que se paga a los productores al litro de leche que abonan los consumidores.

Mientras avanzaban las deliberaciones, las usinas lácteas santafesinas continuaban bloqueadas por los tamberos. “Están perdiendo una oportunidad histórica”, enfatizó el ministro Lousteau al referirse al valor de la leche. “Tampoco se puede exportar la leche, que es el nuevo oro, a cualquier precio, quitando la posibilidad de consumirla internamente”, advirtió.

El bloqueo a las plantas lácteas iniciado el martes por los tamberos santafesinos se extendió ayer a Córdoba. La medida fue llevada a cabo por la Cámara de Productores Lecheros provincial frente a los accesos de las plantas de Sancor y de Saputo (La Paulina), en las localidades de Devoto y Tío Pujio, en el interior cordobés. En la planta Devoto de SanCor, una de las más importantes de Latinoamérica, se elabora casi con exclusividad manteca y crema.

En este contexto, los propios productores salieron a advertir que si la crisis no se resuelve en las próximas horas escasearán productos lácteos en las góndolas de Buenos Aires. Y que será inevitable un ajuste en los precios de los sachet y de los productos lácteos más elaborados.

Mientras desde el gobierno nacional reiteraron que de ninguna manera se sentarían a negociar bajo presión, productores de la provincia de Santa Fe enviaron alrededor de 1500 vacas lecheras al Mercado de Liniers para su faena. La mayoría eran hembras, con lo cual se perdieron vientres para incrementar la producción ganadera.

En medio de la protesta, las empresas Verónica, SanCor, Molfino y Williner –radicadas en el departamento de Castellanos, en Santa Fe– solicitaron al juez en lo Correccional de la ciudad de Rafaela, Osvaldo Carlos, la liberación de los piquetes de tamberos que hasta última hora de anoche impedían la salida de la producción. Sólo un acuerdo de último momento lograría normalizar la situación.