Los indicadores provinciales de inflación que hasta agosto fueron tomados como referencia para compararlos con los de Capital Federal y Gran Buenos Aires que elabora el Indec cambiaron de signo. De mostrar alzas tres veces mayores al IPC metropolitano, en noviembre registraron sorprendentes caídas. En el caso de Mendoza, la provincia que mantuvo una fuerte controversia con el organismo nacional de estadísticas, el mes pasado tuvo una deflación del 0,2 por ciento. La información fue suministrada por el Indec, junto con los resultados de los demás distritos del interior. La Dirección de Estadísticas mendocina esta vez no publicó ningún resultado en su página en Internet.

Según el Indec, en Santa Fe los precios bajaron 0,5 por ciento, mientras que en Tucumán, San Luis y Catamarca descendieron 0,4 por ciento. Esta situación contrasta con lo que sucedió en el área metropolitana, donde la inflación en noviembre fue de 0,9 por ciento. En consecuencia, cuando se realiza el balance de todas las regiones la inflación nacional arroja un promedio de 0,4 por ciento.

Santa Fe registró la mayor caída de precios, con una baja de 0,5 por ciento, que se justifica puntualmente por una disminución de 2,8 por ciento en el precio de los alimentos. En cambio, hubo incrementos importantes en transporte (1,7 por ciento) y educación (1,8). La misma situación se dio en Mendoza, donde los alimentos bajaron 2,8 por ciento, pero hubo subas en transporte (2,1) e indumentaria (1,6). En Tucumán, además de los alimentos (2,7 por ciento), la indumentaria tuvo una retracción de 0,4 por ciento, mientras que las subas más fuertes se dieron en transporte (1,7 por ciento) y vivienda (1,3 por ciento).

En San Luis también hubo un descenso abrupto en el nivel de precios y el balance general cayó 0,4 por ciento, con una baja de 3,3 en alimentos. En tanto, en Catamarca el retroceso en el nivel general del 0,4 por ciento se explica por un descenso de 1,9 en alimentos y 0,4 por ciento en indumentaria.

En la provincia de Buenos Aires, la inflación fue de 0,5 por ciento, con baja de 0,7 por ciento en alimentos y aumentos en transporte (2,3) y esparcimiento (1,0). En la ciudad de Buenos Aires, para el Indec los precios en general subieron 0,9 por ciento, como consecuencia de alzas en transporte (3,3) e indumentaria (1,2), al tiempo que los alimentos se mantuvieron prácticamente estables con una leve variación de 0,1 por ciento.

El economista Eduardo Curia consideró que los resultados en el interior pusieron contra “las cuerdas” a sus colegas que recomendaban usar esas mediciones para compararlas con las de Capital Federal. “Pronto van a decir que el Gobierno también metió mano en ese índice y van a aconsejar tomar otro. No tienen límites”, opinó.