Viernes, 22 de febrero de 2008 | Hoy
ECONOMíA › EL PROBLEMA DE LAS REPRESAS Y LA DEMANDA ELECTRICA
El pico de demanda eléctrica del miércoles se cubrió con energía térmica, reservando las centrales hídricas del Comahue. Prevén que en invierno faltará gas para generación eléctrica en usinas.
El mercado eléctrico debió recurrir a la máxima capacidad de generación térmica del sistema para sortear el pico de demanda del miércoles último, que alcanzó a 17.930 megawatts a las 22.10. La táctica a la que echaron mano las autoridades fue dar prioridad al uso de energía de origen térmico (aportó 9777 mw en el pico) para atesorar el caudal de agua que alimenta las centrales hidráulicas del Comahue, sobre el río Limay. En invierno, cuando el gas sea demandado para el consumo doméstico y escasee para las centrales térmicas, la prioridad de uso será inversa a la actual. El pico del miércoles estuvo apenas 400 mw por debajo del máximo histórico y puso a prueba todo el sistema. En Cammesa celebraban ayer haber podido superar la difícil circunstancia, aunque no dejaban de señalar el endeble equilibrio entre oferta y demanda eléctrica.
El sistema del Comahue está compuesto por cinco centrales sobre el mismo río. Aunque el agua que recibe la cuenca escasea por el prolongado período de sequía que atraviesa la región y ya prácticamente se agotó la que baja por deshielo de las altas montañas, las cinco represas permanecen operables. Sin embargo, por una decisión táctica compartida por Cammesa, el área de Recursos Hídricos de la Secretaría de Energía y la Autoridad de Cuenca –que tiene la responsabilidad operativa de las centrales–, se limitó la erogación de las represas ubicadas aguas arriba, Alicurá y Piedra del Aguila, para mantener al tope sus embalses como reserva.
Esta decisión redujo el caudal (y, por lo tanto, la capacidad de generación eléctrica) de las centrales aguas abajo: Pichi Picún Leufú, El Chocón y Arroyito. La represa de El Chocón, a su vez, alimenta el riego del Alto y Medio Valle de Río Negro y la demanda sanitaria de varias ciudades de la zona, siendo la principal la ciudad de Neuquén.
El descenso en el nivel de las aguas en la represa de El Chocón fue presentado como un dato alarmante. Pero fue una decisión táctica de las autoridades de la cuenca utilizar dicha central como variable de ajuste. “Es una apuesta nacional a invertir en reservas de agua ahora, para que esté disponible en el invierno, y utilizar la energía térmica ahora que no hay demanda de gas para los hogares”, explicó Elías Sapag, responsable de la Autoridad de Cuenca en la zona del Comahue.
“La erogación de agua de El Chocón se redujo en 50 metros cúbicos por segundo ayer (por el miércoles) y lo reduciremos 50 metros más a partir del lunes, si no hay problemas aguas abajo para atender el riego y las necesidades de la población”, comentó. Así, de 440 m3/segundo que pasaban al inicio de esta semana, podría llegarse a 340 metros. El Chocón generaría al mínimo, e igualmente Arroyito, la última central aguas abajo sobre el Limay.
Un informe que circulaba anoche en despachos oficiales señalaba que la falta de lluvias en toda la cordillera patagónica también está afectando el caudal del río Neuquén y, con ello, la cota (el embalse) de la represa Planicie Banderita. En el Litoral, en tanto, Yacyretá opera en cota máxima y Salto Grande se encuentra con una cota media.
“De nuestra parte, estamos tratando de buscar un equilibrio; pero si no hay una política de racionalización del consumo, de ahorro de energía, vamos a pagar consecuencias graves”, advirtió finalmente Sapag.
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