Ayer fue el turno de los laboratorios farmacéuticos, en una fórmula que se repite. En los meses que lleva de gestión, Martín Lousteau se ha reunido con referentes de distintos sectores productivos para evaluar sus respectivas situaciones, potencial y problemas a resolver. Así sucedió con los agroindustriales, los automóviles, la industria de software y los textiles. En el caso de ayer, los referentes del sector pidieron una suba del reembolso que perciben por las exportaciones de sus productos del actual 2,5 a 5,0 por ciento. A su vez, el ministro adelantó que se subsidiarán las tasas para préstamos dirigidos a la compra de maquinarias y al desarrollo de investigación.

Del encuentro participaron, además de Lousteau, el secretario de Industria, Fernando Fraguío; representantes de los ministerios de Trabajo y Ciencia y Tecnología y de las tres cámaras que nuclean a las empresas del sector. “Uno de los objetivos que planteamos es avanzar en algunos de los mercados a los que no llegamos. Hoy se exporta a Asia, América latina y Europa Oriental. La meta es entrar en el mercado estadounidense y el de Europa occidental. Tenemos que aprovechar este momento”, aseguró a este diario Jorge Cassará, presidente de la Cámara Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos.

Actualmente, la industria farmacéutica nacional muestra datos contundentes: tiene un mercado de 4300 millones de dólares al año, con exportaciones que rondan los 500 millones. Fraguío destacó que pocos países del mundo tienen el perfil farmacológico que existe en la Argentina. Una particularidad del mercado interno es que la mitad de la oferta total es producida por empresas nacionales. “Esto no es común en casi ningún país latinoamericano”, aseguró a Página/12 la directora de Cooperala, Clara Suárez.

Con estas cartas en la mesa, los referentes del sector presentaron también los problemas a resolver. Uno de los pedidos fue que se duplique el porcentaje de reembolsos que hoy es de 2,5 por ciento. Otro punto presentado por los laboratorios fue la necesidad de financiamiento a largo plazo, dado que se encuentran muy cerca del tope de uso de la capacidad instalada.

La respuesta oficial fue análoga a la de reuniones con otros sectores productivos: se conformaron los ya clásicos lousteaunianos “grupos de trabajo” para abordar cada problemática concreta. La semana que viene se juntarán los cinco grupos para honrar (o no) su nombre y comenzar su labor.