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El Ministerio de Economía quiere cerrar cuanto antes uno de los temas que lo pone en conflicto con el FMI: cómo y cuándo se restituirá el 13 por ciento a los empleados públicos y jubilados. La Jefatura de Gabinete repartió ayer el borrador del decreto que define el mecanismo de devolución, y que Eduardo Duhalde firmaría hoy. Sería del modo que propone Roberto Lavagna, con títulos públicos para cubrir la deuda generada desde mediados del año pasado, cuando se empezó a aplicar el recorte, hasta diciembre próximo, cuando acabaría realmente la medida. Recién en enero del 2003 se pagarían los salarios sin la rebaja. De ese modo, se evitaría comprometer el superávit primario que se lograría este año para cumplir con trabajadores y jubilados, en consonancia con el reclamo fiscal del FMI.
La ministra de Trabajo, Graciela Camaño, se opone al esquema de devolución diseñado en Hacienda, pero Duhalde se estaría inclinando en favor de la postura de Lavagna. El Presidente almorzará hoy con la titular de la cartera laboral, quien hará otro intento por modificar la solución que va tomando forma.
Camaño sugiere que se empiece a pagar de inmediato el salario completo a los jubilados que ganan entre 500 y 800 pesos, y que las diferencias del resto de los pasivos y con los empleados públicos comiencen a liquidarse en Lecop u otros títulos similares, que sean útiles para pagar impuestos y comprar bienes. “No queremos el cirujeo financiero, con la gente obligada a entregar sus bonos por monedas a inversores con capacidad financiera para aguantarlos”, señalaron cerca de Camaño a Página/12.
Pese a que en Economía señalaron que Duhalde firmaría hoy el decreto, fuentes de esa cartera reconocieron que todavía no está diseñado el bono que se entregaría a los afectados por el recorte salarial. En la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) cayó por sorpresa la versión sobre la firma del decreto, puesto que entendían que Hacienda necesitará varios días hasta que pueda tener los instrumentos legales preparados. Dirigentes de ATE se reunieron el último jueves con funcionarios de Economía, quienes a esa altura no tenían idea de cómo serían los bonos. Pero, más importante que eso, los sindicalistas indicaron que en esa reunión se les dijo que no se tomaría ninguna medida hasta alcanzar un acuerdo, para evitar que el tema vuelva a ser llevado a Tribunales.
La CTA y las dos CGT tienen en curso presentaciones ante la Justicia, reclamando la restitución del 13 por ciento. La Corte Suprema debe fallar sobre esas presentaciones colectivas, aunque ya determinó para un caso particular que el descuento es inconstitucional. La interpretación de los sindicalistas es que el Gobierno juega con la necesidad de los trabajadores, y que lanza la versión sobre el pago en bonos para testear su reacción y saber qué grado de oposición hay a la medida.
La versión de Economía es que resulta imposible restituir el 13 por ciento este año. Sin embargo, el Gobierno tendría el dinero para pagar los sueldos completos, pero el FMI exige que se alcance un superávit primario que se vería comprometido con la restitución. El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, se encuentra en Washington tratando de destrabar el acuerdo y para ello ofrecerá, entre otras cosas, el decreto que Duhalde rubricaría hoy.