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Preocupados por la manera en que el Gobierno pesificará la economía, los banqueros concurrieron al Banco Central. Frente a Mario Blejer, presidente de la institución, la plana mayor de la Asociación de Bancos (ABA) presionó para que la pesificación de créditos y depósitos no produzca quebrantos en las entidades financieras. Blejer, sin dar mayores detalles, los tranquilizó: les dijo que la pesificación se hará de la manera “más equitativa posible”.
La representación de los financistas estuvo a cargo de Manuel Sacerdote (BankBoston), Emilio Cárdenas (HSBC), Jaime Guardiola (BBVA Banco Francés), Carlos González Taboada (Sudameris) y Norberto Peruzzotti, director ejecutivo de ABA. Los banqueros ingresaron al despacho de Blejer provistos de una carpeta con 60 preguntas sobre las reglas económicas que ya están en marcha y sobre las que están por venir.
Para no quedarse afuera, ABA propuso la conformación de una comisión mixta, en conjunción con el BCRA. Pero el presidente del Central contestó que acababa de conformar dentro de la entidad tres comités de crisis, dedicados al tema cambiario, de política monetaria y de análisis del sistema financiero, y que se valdría de técnicos propios para decidir los pasos siguientes.
Los banqueros plantearon tres temas bien definidos:
u Pesificación. Quieren que se haga a un mismo valor para los depósitos y para los créditos, de manera de no pagar ellos los costos de la devaluación. Por la pesificación 1 a 1 de los créditos inferiores a 100 mil dólares habría una compensación con un bono que se pagará con el impuesto a las petroleras (ver nota aparte). Los bancos quieren que el tema se defina lo antes posible. “Hay empresas que no pagan sus deudas porque no pueden. Pero otras, porque se aprovechan del momento caótico”, se quejó un banquero en diálogo con este diario. Respecto de la pesificación, Blejer negó detalles. Sólo adelantó que con la “pesificación generalizada quedarán brechas” ya que “no se puede dar marcha atrás con lo que ya se puso en práctica”. Y les dijo que era “preferible ajustar los libros contables pero que los deudores paguen sus cuentas. Con las nuevas reglas disminuirá la morosidad porque habrá menos incertidumbre”, recalcó.
u Relación con el exterior. Piden que se levanten las trabas al comercio exterior y que se flexibilice el control de cambio. Entre empresas y bancos tienen una deuda externa de 50.000 millones de dólares. Y las entidades no quieren que, por verse impedidas de girar dólares al extranjero, se degrade la calidad crediticia de las compañías por caer en default. Esas empresas son en su mayoría clientes de los bancos y, al no pagar sus compromisos externos, también dejan de pagar las cuentas internas. Al respecto, los banqueros reclaman seguir el ejemplo mexicano, donde “se cuidó que las compañías puedan conseguir dólares y evitar la cesación de pagos”, según resumió un financista a Página/12.
u Clima de hostilidad. A través del Banco Central, los banqueros reclamaron prudencia al Gobierno en sus manifestaciones públicas y que se les dé tiempo para estudiar las próximas medidas.
Otros reclamos de los financistas, como la eliminación del fondo de liquidez bancaria –las entidades aportaron 875 millones de pesos– fue consentida por Blejer. Ese dinero se devolvería. Además, el titular del BC les adelantó que, a partir de la pesificación, habrá nuevas reglas de juego en las normas prudenciales que rigen al sistema financiero.