Otra denuncia realizada por Bardeggia tiene que ver con la adjudicación directa por parte de la provincia de un campo de 7080 hectáreas a la empresa Burco Argentina SA, cuya empresa madre es el Grupo Burco América, propiedad del belga Hubert Gosse. La operación comenzó en enero de 2009, cuyo expediente (41850-1955) había sido iniciado por la empresa Talisman SA, que terminó absorbida por Burco Argentina. Según consta en la denuncia ante la fiscalía de Viedma, “para evitar la caída del expediente, apareció en escena la empresa Estancia Río Foyel SA, cuyo dueño forma parte del directorio de la belga Burco”. Este predio, ubicado en la zona del Foyel, contiene en su interior el cerro Carreras, de 2400 metros de altura, además de las nacientes del río Chubut, Pichileufú, Foyel y Villegas, es decir, importantes reservorios de agua dulce. Esta operación se cerró por 153 pesos la hectárea. “La diferencia de comprar tierras en Estados Unidos o acá es que te sale diez veces menos y hay que pagar diez veces menos impuestos”, se sinceró ante Página/12 el vocero de una empresa extranjera. Hasta abril del año pasado, también se registraban en la provincia –en los distritos catastrales de Bariloche y El Bolsón– 80.000 hectáreas de la Compañía Tierras Sud Argentino (familia Benetton) y otras 30.000 hectáreas de Inversora Rolan (un holding suizo). “El Estado tiene que recuperar protagonismo y capacidad de regulación. La cuestión no pasa con prohibir la venta de tierras a extranjeros sino por fijar las mismas restricciones que tienen estos empresarios en sus países de origen”, concluyó Bardeggia.