El gobierno de México se prepara para emitir hasta 6310 millones de dólares en bonos. Como sucedió en los casos de Kazajistán y Vietnam, las autoridades mexicanas diseñaron sus nuevos títulos de deuda con las innovaciones sugeridas por la Asociación Internacional de Mercado de Capitales (ICMA, por sus siglas en inglés) para prevenir el accionar carroñero. Se trata del fortalecimiento de las cláusulas de acción colectiva (CAC) que se fijan en los acuerdos y una redefinición de la cláusula pari passu. Las CAC permiten que si una mayoría, suele ser del 75 por ciento, de los acreedores acepta las condiciones de un canje, esos términos se extienden a la totalidad de los bonistas. En tanto, la nueva versión de pari passu explícitamente rechaza la validez de la interpretación legal realizada por el juez Thomas Griesa. Desde el equipo económico celebran la existencia de modificaciones contractuales, pero enfatizan que esos cambios no previenen la existencia de fondos buitre y enfatizan la necesidad de un mecanismo internacional de reestructuraciones de deuda soberana.