La nueva batalla ganada en París por la embajada argentina prueba la legitimidad de ese derecho ante quienes pretenden imponer lo que, en una entrevista publicada por Página/12 a Thomas Piketty, el economista francés juzgaba como “una suerte de privatización del derecho con fondos financieros e intereses financieros que construyen su propio derecho, sus propias cortes de arbitraje, sus propios tribunales”. En Europa no ha sido tampoco la única vez que Argentina logra que el derecho esté a su favor. En dos ocasiones, 2009 y 2011, la Corte de Apelaciones de Bruselas dictó una sentencia en favor de la Argentina y ordenó el levantamiento del embargo que el fondo buitre NML obtuvo sobre sus cuentas diplomáticas.

Las sentencias reconocen que la inmunidad soberana de la República corresponde con el derecho internacional público. Paul Singer volvió al ataque este año en Bélgica y, de nuevo, embargó las cuentas. El proceso está en curso y se especula que la Justicia repetirá los fallos favorables anteriores. Entre tanto, sin embargo, intervino un hecho trascendente. En julio de 2015, Bélgica dio un paso mayor: el Parlamento belga aprobó por amplísima mayoría una nueva legislación diseñada para desactivar a los fondos buitre.