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El vicepresidente de Paraguay, Luis Castiglioni, aseguró que el embalse de Yacyretá, que su país administra con Argentina, no elevará por ahora su capacidad. “La cota no va a variar (de 76 a 78 metros) hasta que se realicen las obras complementarias”, expresó el funcionario. De esta manera intentó tranquilizar a los pobladores de Encarnación, en el sur del país, que protagonizaron el miércoles pasado una multitudinaria manifestación de protesta. La elevación de la cota de la represa respondería a la necesidad de mayor generación hidroeléctrica, pero tendría el efecto de extender la superficie del lago inundando zonas ribereñas. Castiglioni reiteró que las obras pendientes, entre ellas una planta de residuos cloacales y la indemnización a los pobladores de las zonas bajas, son el eje de las negociaciones de las autoridades de Asunción con sus pares argentinos de la Entidad Binacional Yacyretá. Para solucionar estas diferencias, hoy se reunirán en Buenos Aires el ministro paraguayo de Obras Públicas, José Alderete, y el ministro de Planificación, Julio De Vido.