ECONOMíA › OPINION

Dos pequeños problemitas

 Por Maximiliano Montenegro

La postergación de la salida del default abrió dos agujeros en la estrategia oficial, que irán agrandándose cuanto más se demore el canje de deuda.
En primer lugar, el acuerdo con el Fondo Monetario fue suspendido hasta tanto no concluyera la renegociación con los acreedores. Si en el ínterin el Gobierno continuara con su política de pagar vencimientos de capital e intereses, habría desembolsado unos 2000 millones de dólares entre julio y fin de año, y debería oblar otros 2331 millones durante el primer cuatrimestre del año próximo. Así, en abril podría encontrarse en la ridícula situación de haber abonado casi 4500 millones de dólares al FMI (Banco Mundial y BID) a cambio de un objetivo muy modesto, como es mantener abierta una mesa de negociación. Más allá de aquella fecha, las transferencias necesarias para no caer en default con los organismos lucen escalofriantes.
Por supuesto, esta política debería ser revisada, porque ni el más creativo y astuto de los voceros oficiales lograría explicar que semejante sangría de divisas es un acto de soberanía en lugar de un gesto de sumisión. Una primera señal en este sentido la dio ayer un funcionario del equipo económico, cuando reveló a este diario que la nueva estrategia sería sentarse a negociar con el Fondo en enero y forzar una definición (ver pág. 5).
En segundo lugar, hoy todo marcha viento en popa para la Argentina en un escenario internacional con tasas de interés, en los últimos 2 o 3 años, sorprendentemente bajas. Sin embargo, un cambio en dichas condiciones aumentaría la incertidumbre en los “mercados emergentes”, además de tornar menos atractiva la oferta para los financistas, acostumbrados a especular con los diferenciales de tasa respecto de las seguras inversiones del Primer Mundo. Los informes de los analistas internacionales prevén que la suba de tasas sería “gradual y suave”. Pero el cambio de escenario es inexorable: los déficit de cuenta corriente y fiscal record en Estados Unidos son dos factores que preanuncian el viraje.
Como quedó demostrado, no es un drama vivir en default. Pero el Gobierno ha dado muestras contundentes de su voluntad de salir de esa situación, al duplicar los pagos ofertados originariamente en Dubai y comprometerse a metas de ajuste fiscal para las próximas décadas inéditas para el país. Esa estrategia –acertada o no– podría naufragar si la dilación fuera mucho mayor a la esperada.

Compartir: 

Twitter

 
ECONOMíA
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.