ECONOMíA › HACIA UN MINISTERIO DE LA PRODUCCION
“Potenciar el desarrollo”
Por Jorge Schvarzer *
En estos momentos la capacidad de acción de las áreas que actúan en relación con la producción se encuentra disminuida por dos factores claves. Uno, se deriva de la dependencia de diversos organismos relacionados con la producción respecto de otros que tienen objetivos distintos (aunque no necesariamente contrapuestos). El ejemplo clásico lo presenta la Secretaría de Industria, que depende, a su vez, del Ministerio de Economía; el mayor objetivo de este último, sin embargo, reside en garantizar el manejo de las cuentas públicas y la refinanciación de la deuda, que le deja, objetivamente, poco margen para atender las demandas y necesidades del área que se ocupa del sector productivo. La segunda restricción surge de la consolidación de un Ministerio de Planeamiento que tiene responsabilidad sobre una buena parte del sector productivo por mecanismos directos e indirectos, pero que no siempre parece tener las mismas estrategias que el de Economía.
Superar esa subordinación a objetivos diferentes (y contradictorios), agravada con la dispersión de áreas, debe ser el primer paso para potenciar la capacidad ejecutiva del aparato estatal que debe servir, y acompañar, al desarrollo de la producción. Por causas de diverso orden, el Ministerio de Economía se fue convirtiendo, en los últimos años, en una organización demasiado grande y compleja, donde conviven varias actividades decisivas para la estabilidad macroeconómica (como las referidas a presupuesto, hacienda y manejo de la deuda pública) con otras de muy distinto enfoque. La centralización de dicho ministerio implica que las demandas perentorias de las actividades mencionadas dejen escaso margen para la atención de las otras, pese a su significado en el mediano plazo.
La creación de un Ministerio de Producción generaría diversas ventajas que se pueden resumir en los siguientes puntos:
- permitirá encarar las políticas hacia la producción local (actualmente dispersas en áreas subordinadas a otros objetivos) como un todo homogéneo.
- permitirá racionalizar la administración pública al integrar funciones que son claramente homogéneas bajo una única dirección.
- permitirá aliviar la tarea del Ministerio de Economía, que podrá así dedicar todos sus esfuerzos a objetivos cruciales para la estabilidad macroeconómica.
Un listado preliminar de las áreas que deberían depender del Ministerio de la Producción daría las siguientes secretarías:
–Secretaría de Industria.
–Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
–Secretaría de Minería y Asuntos Energéticos.
–Secretaría de Comercio (Interior y Exterior).
–Secretaría de Transporte.
–Secretaría de Apoyo a la Pequeña y Mediana Empresa.
–Secretaría de Turismo.
–Secretaría de Ciencia y Tecnología.
A esa primera lista se agregarían los institutos oficiales existentes, como
–INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria)
–INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial)
–Inidep (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero)
–INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura)
–Senasa (Servicio Nacional de Sanidad Animal)
* Extracto del documento Política productiva para una sociedad equitativa y dinámica, trabajo que se presentará en las jornadas del Plan Fénix que se desarrollan desde ayer hasta pasada mañana.