SOCIEDAD › LA VACUNA QUE LOGRA CONTROLAR EL VIH SIN REMEDIOS
Un ensayo con avance esperanzador
Por Emilio de Benito*
Desde Madrid
La investigación de una posible vacuna terapéutica contra el sida cumplió dos años de ensayo con resultados “muy esperanzadores”, según sus promotores, un equipo multicéntrico –participan especialistas de 13 centros hospitalarios españoles– dirigido por el jefe de Inmunología del hospital Gregorio Marañón de Madrid, Eduardo Fernández Cruz. Después de esos dos años, 17 voluntarios (el 82 por ciento de los 21 que comenzaron la prueba) siguen con la infección por el VIH controlada sin necesidad de medicación. Esta vacuna se administra en forma de inyecciones.
Los pacientes forman parte del ensayo del Remune, una vacuna terapéutica experimental (no evita la infección pero ayuda a tratarla), en el que participan expertos de otros 13 centros. El resultado del experimento se presentó en la tercera conferencia mundial de la Sociedad Internacional contra el Sida (IAS) celebrada en Río de Janeiro, Brasil. En el ensayo (considerado una fase II, dado el reducido número de participantes) tomaron parte 39 pacientes: 21 que han recibido la vacuna y 18 que formaban el grupo de control. El tratamiento consiste en estimular el sistema inmunológico de los pacientes (por eso se llama vacuna, aunque no sirva para prevenir la infección), para que ellos mismos dominen la replicación del virus sin necesidad de tomar antivirales.
La vacuna se administra en forma de inyecciones (una cada tres meses), explicó Fernández Cruz desde Brasil. Después de casi 48 meses, los pacientes continúan con un nivel de virus en sangre inferior a las 50.000 copias por mililitro y con una concentración de linfocitos CD4 (los glóbulos blancos que son la diana del ataque del VIH) superior a las 300 células por mililitro. En los casos de infección aguda el número de copias del virus puede llegar a varios millones y el sida aparece, generalmente, cuando los CD4 caen por debajo de 300. Los pacientes que siguieron en el ensayo no sufrieron la aparición de las llamadas infecciones oportunistas.
* De El País, de Madrid. Especial para Página/12.