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Los sectores más conservadores siguen lamentando el despido de Roberto Lavagna, según su parecer un dique de contención al avance populista del Gobierno. Ayer, el economista Manuel Solanet, quien integró los equipos económicos de la última dictadura, calificó de “populista” y “chavista” la estrategia contra la suba de precios. “El enfoque que se le ha dado a la lucha antiinflacionaria tiene mucho que ver con el sesgo político que ha tomado el Gobierno tras el cambio de Gabinete: una aproximación a una suerte de chavismo o populismo, y una pérdida de la puntería que sí había visto (el ex ministro Roberto) Lavagna”, consideró el también integrante del fugaz equipo de Ricardo López Murphy durante la gestión de Fernando de la Rúa. El economista agregó que “es más fácil encontrar culpables con nombres y apellido, eso convoca una adhesión popular muy grande. Se va a ganar espacio político, pero no se van a alcanzar resultados”. Solanet vaticinó que la consecuencia de los controles será la caída de la inversión. “Va a influir (sobre todo) en el achicamiento del exceso de capacidad instalada”, afirmó. De paso aprovechó para defender los aumentos en las tarifas de los servicios públicos, lo que “es inevitable que produzca una inflación que puede ser corregible” mediante el control del gasto público.