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El secretario de Agricultura, Miguel Campos, junto a otros funcionarios de su cartera y del Ministerio de Economía, se reunió ayer por la tarde con más de 40 empresarios que representaban a la totalidad de la cadena cárnica, entidades del agro, consignatarios y algunas de las cámaras frigoríficas.
La reunión alcanzó picos de tensión que sólo se resolvieron con la partida de Campos al Palacio de Hacienda, donde se reunió con la ministra Felisa Miceli para consensuar cambios en la estrategia de negociación. En particular, el sector empresario parece decidido a aprovechar la volada para eliminar la suba de las retenciones a la exportación dispuesta por Roberto Lavagna como una de sus últimas acciones en la función pública. La última palabra escuchada ayer por los empresarios fue que el Gobierno “estudiará la medida”. En teoría, la respuesta se conocería hoy.
Sin embargo, la jornada estuvo cruzada por “desinteligencias”. También ayer, pero por la mañana, el subsecretario de Ganadería, Javier de Urquiza, se reunió con tres de las principales cámaras de los frigoríficos exportadores y, según fuentes del sector privado, invocó la autorización del presidente Néstor Kirchner para ofrecer una rebaja de 10 puntos en las retenciones, volviéndolas a dejar en 5 por ciento, a cambio de una rebaja en los precios del 15 por ciento. La medida rompe por completo la estrategia oficial seguida hasta ahora y les reconoce a los frigoríficos exportadores capacidad para influir sobre los precios, una posibilidad que había sido negada por ellos mismos.