Martes, 20 de mayo de 2008 | Hoy
EL MUNDO › EL CANDIDATO CIERRA EL CíRCULO EN EL ESTADO QUE LE DIO LA PRIMERA VICTORIA
Hoy habrá primarias en Oregon y Kentucky, en donde se espera que ganen Barack y Hillary, respectivamente. Sin embargo, el candidato afroamericano ya es percibido como el vencedor de la contienda demócrata.
Por David Usborne *
Con los ojos puestos más que nunca en John McCain y la elección nacional, Barack Obama hará un regreso simbólico a Iowa esta noche mientras los resultados de los votos de las primarias en Kentucky y Oregon comiencen a contarse. A pesar del hecho de que los resultados de hoy probablemente por primera vez le den a Obama una mayoría simple de los delegados comprometidos –aquellos delegados distribuidos según los votos de las primarias y de los caucuses estado por estado–, se espera que se abstenga de proclamarse vencedor de la carrera por la nominación demócrata. No quiere perder el apoyo de los partidarios de Hillary Clinton, cuya ayuda necesita para derrocar a John McCain en noviembre.
Clinton debería ganar fácilmente en Kentucky, pero perder en Oregon, donde el domingo Obama habló ante la mayor manifestación que haya tenido, con una asistencia estimada en 75.000 votantes (ver aparte). “¡Wow, wow, wow!” fueron sus primeras palabras al llegar al podio. El mero hecho de aparecer en Iowa será una señal de su confianza para imponerse sobre Clinton. Iowa no sólo dio comienzo al proceso de la nominación el 3 de enero, sino que impulsó la carrera de Obama al brindarle una victoria sorpresiva. Fue un shock del cual el campo de Clinton no se ha recuperado totalmente.
Reconoció durante el fin de semana que llevar a cabo una manifestación en Des Moines, Iowa, era una “forma magnífica de cerrar el círculo”. Mañana, Obama, quien anoche ganó el apoyo simbólico de Robert Byrd, el miembro más anciano del Senado, hará campaña en Tampa, Florida, uno de los dos estados, junto con Michigan, descalificados para el proceso de la nominación por votar anticipadamente.
Clinton tiene la esperanza de convencer al comité del partido a que reconsidere el castigo impuesto a Florida y Michigan y que reincorpore a los delegados de ambos estados, una movida que ayudaría a achicar la brecha con Obama –aunque de ninguna manera borrarla–. Es improbable que gane la discusión directamente, aunque puede haber un arreglo.
Cada vez más, Clinton parece una fuerza irrelevante. En cambio, el ruido de batalla viene de los choques entre Obama y McCain. Ayer, el nominado republicano eligió un discurso que dio ante la Asociación Nacional de Restaurantes en Chicago para meterse en temas demócratas y económicos.
Los ataques llegan en un momento de pánico apenas disfrazado en su partido ante la pérdida de una supuesta banca segura en el Congreso del norte de Mississippi en manos demócratas la semana pasada. Es la tercera de las bancas que pierden en los últimos meses, acrecentando los temores de que la representación republicana en el Capitolio puede ser diezmada en noviembre, cuando los estadounidenses también estarán eligiendo su congreso.
No escapó a la atención de nadie que los intentos por parte de los candidatos republicanos perdedores de empañar a sus opositores demócratas al asociarlos con el supuestamente “hiperliberal” Obama fracasaron con los votantes. A regañadientes, los estrategas del partido están reconociendo que la única esperanza para ellos este año –McCain incluido– será poner tanta distancia como sea posible entre ellos y el presidente George Bush.
Queda por verse hasta dónde McCain puede tomar ese camino, mientras vacila entre atraer a los escépticos conservadores, que permanecen leales a Bush, y el más moderado centro de su partido. Sus otros problemas incluyen encontrar formas de aumentar la recolección de fondos, que parece bastante endeble al lado de la de Obama. Además, Bush puede ser crítico de ese esfuerzo.
“No estamos compitiendo contra el presidente, estamos compitiendo contra uno de esos demócratas”, insistió un asesor de McCain, Charlie Black. Ese parecía ser el objetivo de McCain ayer. “De acuerdo con varios planes impositivos de ambos candidatos demócratas, los padres, los ancianos, los propietarios de pequeñas empresas y los estadounidenses de todos los orígenes tendrán que pagar miles de dólares en nuevos impuestos”, dijo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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