EL MUNDO › RENUNCIó EL PRESIDENTE DE LA EMPRESA POR BAJA PRODUCCIóN

Correa, en problemas con la Petroecuador

 Por María Laura Carpineta

El presidente de Petroecuador presentó ayer su renuncia, dejando a la empresa estatal al borde de una crisis por segunda vez en seis meses. Veinticuatro horas antes, el contraalmirante Fernando Zurita le había reconocido al presidente Rafael Correa que la producción de la petrolera había vuelto a caer y que este año no podrían alcanzar las metas establecidas a fines de 2007. “Ante estas circunstancias y ya que las prioridades ejecutadas no satisficieron las expectativas del señor mandatario, comunico a ustedes mi decisión de retirarme”, explicó el oficial de la marina en una conferencia de prensa. Sin embargo, anoche cerca de la oficina presidencial ponían en duda la renuncia y seguían apoyando a Zurita y a la cúpula de la marina.

Cuando Correa asumió, a principio de 2007, una de sus prioridades era romper con la curva negativa de la última década y aumentar la producción petrolera estatal. Para ello se puso una meta. Para 2008, Petroecuador produciría 186 mil barriles diarios de crudo. Las protestas y el paro de la zona petrolera de Orellana a fines del año pasado hicieron caer la producción en un 7 por ciento y les costaron las cabezas al por entonces presidente de la empresa, Carlos Pareja, y al ex ministro de Gobierno, Gustavo Larrea –hoy reubicado al frente del Ministerio de Seguridad Interior y Exterior–. El lunes el sucesor de Pareja volvió a presentar un pronóstico negro del miembro más pequeño de la OPEP.

A pesar de los millonarios planes de inversión anunciados durante el año, Petroecuador sigue sin poder crecer. El contraalmirante Zurita le explicó al presidente que la meta de los 186 mil barriles diarios era imposible y que sólo podían aspirar a alcanzar los 172 mil barriles diarios a fines de este año. Pero eso tampoco es seguro. Actualmente la petrolera estatal está produciendo 167 mil barriles diarios, tres mil menos de lo que había conseguido el año anterior.

“Ecuador tiene suerte de que los precios del petróleo estén por las nubes, si no estaríamos en serios problemas”, le dijo a este diario el ingeniero Ramiro Gordillo, autor de El oro del diablo. Ecuador Historia del Petróleo, el libro de cabecera de los expertos energéticos en el país. Las divisas que genera la exportación de crudo representan casi el 40 por ciento del PBI ecuatoriano, y de ese negocio Petroecuador controla la mitad. Actualmente, la otra mitad, la privada, también está paralizada. Las petroleras extranjeras están renegociando sus contratos con el gobierno ecuatoriano, que demanda una redistribución de las regalías.

Para Gordillo, Petroecuador acarrea hace años dos grandes problemas. Por un lado, las reservas superficiales de sus cinco campos más importantes están empezando a escasear. “El gobierno tiene que plantear una política de recuperación secundaria, pero eso significa más inversiones y más tecnología”, explicó el analista. Por otro lado, la petrolera está perdiendo su capacidad de refinación, obligando al país a importar cada vez más derivados.

Para revertir esto, continúa Gordillo, se necesitarían entre 1500 y dos mil millones de dólares y, por lo menos, tres años. El gobierno había asignado una partida de dos mil millones de dólares este año para inversión –mil de las arcas públicas y mil de las operadoras extranjeras que ganaran las licitaciones, hoy paralizadas–. Según informó el contraalmirante Zurita el lunes, hasta mayo sólo se había ejecutado un 12 por ciento de ese presupuesto.

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