Miércoles, 21 de mayo de 2008 | Hoy
EL MUNDO › EL CANDIDATO CONSIGUIó EL NúMERO MáGICO: LA MAYORíA DE DELEGADOS ELECTOS POR VOTO POPULAR
Mientras Clinton festejaba su victoria en Kentucky, su rival en las internas demócratas se perfilaba como ganador en Oregon.
Por Leonard Doyle y David Usborne *
Hillary Clinton arrasó en Kentucky y Barack Obama se perfilaba como el ganador en Oregon –según los primeros resultados el senador se imponía 60 a 40–. Pero aún sin saber el porcentaje final de esta segunda primaria, el joven senador había conseguido suficiente apoyo para decirle good bye a su rival. Por eso dijo ante sus seguidores: “Estamos al borde de obtener la candidatura presidencial”. Según la cadena norteamericana CNN, Obama ya tiene la mayoría absoluta de delegados electos, es decir, más de 1627. Matemáticamente, Clinton ya no lo puede superar, excepto que consiga el apoyo de los superdelegados, una hazaña que cada vez parece más imposible. Pero el sombrío panorama no desanimó ni en lo más mínimo a la senadora neoyorquina, que anoche festejó con una sonrisa de oreja a oreja su victoria en Kentucky. “Estamos ganando el voto popular y estoy más decidida que nunca a hacer que cada voto sea emitido y que cada boleta sea contada”, aseguró la ex primera dama, desmintiendo cualquier posibilidad de bajarse de la carrera por la Casa Blanca. Obama deberá guardar el champagne dos semanas más.
La primera en sonreír anoche fue Clinton. Favorecida por el uso horario, la senadora pudo enfrentar llena de optimismo a cientos de simpatizantes con la primera victoria de la noche. Con casi la totalidad de votos escrutados, la ex primera dama se imponía en Kentucky con el 65 por ciento, 35 puntos por encima de Obama. Pero la arrasadora elección no pudo frenar lo inevitable. Aun con el segundo lugar, el senador de Illinois consiguió los pocos delegados que necesitaba para quedarse con la mitad de los representantes electos de la Convención Nacional Demócrata.
Haciendo gala de su confianza, Obama no esperó los resultados ni en Kentucky ni en Oregon. Anoche el favorito para quedarse con la candidatura demócrata habló en Iowa. Ese estado se convirtió en un momento clave en su campaña. Fue el primero en votar y lo ganó a pesar de todos los pronósticos. Ahora, casi cinco meses después, volvió allí para festejar. “Está claro que esta noche hemos alcanzado un gran hito en esta aventura”, dijo al anunciar que habían alcanzado la mayoría absoluta de delegados electos.
Clinton casi no tiene oportunidades de ganar la nominación, pero promete seguir luchando a pesar de todo. La campaña seguirá hasta la competencia final el 3 de junio con Obama esperando terminar la carrera con una nota colegiada sin perder el apoyo de los a veces fanáticos partidarios de Clinton. Mientras hacía campaña en días recientes, Clinton fue agasajada por algunas de las más grandes multitudes de su campaña, una gran mayoría, mujeres. A pesar de aplastar a su opositor la semana pasada en West Virginia y en otra esperada victoria anoche en Kentucky, Clinton se encuentra ridiculizada por algunos medios que la tildan de “ilusionada”, mencionada correctamente en tiempo pasado por su rival y totalmente ignorada por el candidato republicano John McCain.
Con los días contados para sus esperanzas presidenciales, Clinton se ha estado quejando del trato “sexista” que ha soportado por parte de los expertos, de los medios y de otros a través de la larga y agotadora campaña. Los negocios de regalos venden adornos que se burlan de Hillary, hay incontables sitios web obscenos sobre ella y ha debido soportar preguntas ofensivas y varios de los eventos de campaña fueron interrumpidos por hombres que le gritaban “¡Plancha mi camisa!”.
“Ha sido profundamente ofensivo para millones de mujeres”, le dijo Clinton a The Washington Post. “Creo que esta campaña ha sido pionera de muchas maneras. Pero por cierto ha sido un desafío dado algunas de las actitudes de la prensa y lamento eso, porque creo que no fue consecuente con la campaña y la naturaleza histórica de las dos candidaturas que tenemos aquí.”
Clinton sigue insistiendo en que tiene la mejor chance de ganar la presidencia en noviembre. Hablando en una escuela secundaria aquí, en el lugar de nacimiento del actor George Clooney de Kentucky, le gritó a sus partidarios que esta carrera “¡está lejos de haber terminado! Voy a seguir luchando y lo haré hasta que haya un nominado, y no tendremos uno hoy y no tendremos uno mañana y no lo tendremos el día siguiente”.
A pesar que los resultados de anoche le dieron la irrefutable medida del apoyo popular –la mayoría de los delegados de las primarias y los caucus–, Obama se niega a presionar públicamente a Clinton para que se baje. Según medios estadounidenses, le prohibió expresamente a todo su equipo que proclamen la victoria por adelantado.
La mayoría de delegados electos debería provocar un aluvión de superdelegados –funcionarios del Partido Demócrata– para Obama y, en efecto, entregarle la nominación. Pero el senador de Illinois para ganar la presidencia también necesita el apoyo de los partidarios de Clinton, especialmente los trabajadores blancos que se volcaron abruptamente contra él cuando surgió la controversia sobre su pastor Jeremiah Wright, cuyas críticas de EE.UU. desentonaban con el patriotismo de muchos votantes.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère
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