Después de que el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, cerrara el Foro de San Pablo este fin de semana con un homenaje al fallecido líder de las FARC, Tirofijo Marulanda, los delegados argentinos en la conducción del Foro, afines al kirchnerismo, relativizaron sus declaraciones.

“Una cosa es lo que está escrito en la Declaración y otra es lo que dice cada uno de los participantes”, afirmó el dirigente del Frente Transversal, Oscar Laborde, que participó de las deliberaciones en Montevideo junto a importantes figuras, como el asesor del presidente brasileño Marco Aurelio García.

Pero el dirigente argentino dijo que coincide en lo central con el planteo del líder sandinista. “La intromisión de Estados Unidos en Bolivia y Colombia significa un nuevo giro en su política exterior, en una estrategia tendiente a desestabilizar la región”, señaló.

Como era de esperarse, en su decimocuarta edición, el encuentro que reunió a buena parte de los partidos de izquierda de Latinoamérica finalizó con críticas al imperialismo y al gobierno colombiano y reafirmó su apoyo a Cuba y a Bolivia.

“Marulanda fue un extraordinario luchador, un luchador en una lucha que tiene sus raíces en las profundas desigualdades que vive el pueblo colombiano”, sostuvo Ortega en el acto de clausura. “Terrorista es el gobierno yanqui, los gobiernos europeos, no sólo porque hacen uso de la fuerza militar, sino que han venido practicando un terrorismo de manera sistemática, asesinando seres humanos con sus políticas económicas y su afán de concentrar riqueza”, afirmó.

En el documento final fue más moderado. Los delegados partidarios coincidieron en resaltar que América latina atraviesa un cambio de época, caracterizado por el continuo avance de las fuerzas políticas de izquierda en trece países de la región. El documento también fustigó la actuación de Estados Unidos en la región y la de Colombia, país al que tildó de “cabecera de puente” del gobierno norteamericano.

“El ejemplo más flagrante es el ataque militar llevado adelante en el territorio del hermano pueblo de Ecuador. El reciente despliegue de la IV Flota marca claramente el intento de EE.UU. de amedrentar a nuestros pueblos y gobiernos.”

De todas formas, a pesar del clima antiimperialista, hubo temas espinosos que en los debates brillaron por su ausencia. Según explicó Laborde, los delegados evitaron con elegancia discutir los acuerdos entre el gobierno brasileño y el de George Bush en torno de la producción de biodiesel. El oficialista Partido de los Trabajadores de Brasil (PT) actualmente ejerce la presidencia del Foro y es uno de sus principales motores.

Una de las cuestiones más importantes que se plantearon en el Foro fue la creación de un fondo económico estructural para paliar los desequilibrios existentes entre los países de la región. “La idea es que Unasur, Mercosur, ALBA y las demás agrupaciones entres países latinoamericanos se complementen. Como alternativas separadas no sirven”, señaló a PáginaI12 el dirigente del Parido Intransigente, Roberto Lito Pagés, segundo delegado en el grupo de conducción del Foro.

De la delegación argentina formaron parte treinta dirigentes de siete agrupaciones, algunas cercanas al Frente para la Victoria, como el Frente Grande, el Movimiento Evita, el Frente Transversal y Libres del Sur. En total hubo 300 delegados de 35 partidos de todo el continente. La próxima reunión de la regional sur del Foro será el 13 y 14 de junio en Rosario y participarán los partidos de izquierda de Brasil, Paraguay, Uruguay, la Argentina, Bolivia y Chile.

Informe: Martiniano Nemirovsci