EL MUNDO
Para volver a escalar la tensión India-Pakistán
Recrudeció la violencia étnica y religiosa en la India. Un grupo de presuntos terroristas islámicos entró en un templo hindú en el estado indio de Gujarat, matando a 29 personas.
Por Luke Harding*
Desde Nueva Delhi
Las fuerzas indias de seguridad estaban involucradas anoche en una feroz batalla armada con militantes islamistas sospechosos de volar un templo hindú en la India occidental, matando a por lo menos 29 personas. Los militantes, armados con AK-47 y granadas, irrumpieron en el complejo donde unos 100 oradores hindúes se habían reunido ayer a la tarde. Abrieron fuego indiscriminadamente antes de tomar control del principal edificio del complejo religioso, donde todavía estaban escondidos anoche.
Quinientos comandos rápidamente rodearon el templo de Swaminarayan, en la ciudad de Gandhinagar, la capital administrativa del problemático estado de Gujarat. Testigos informaron sobre varias explosiones fuertes desde adentro del edificio a las 8.20 hora local. “Vi cinco hombres armados adentro”, dijo Balwant Shukwant Patel, de 25 años, que estaba entre las 65 personas rescatadas por las fuerzas de seguridad poco después de que comenzara el tiroteo. “Estábamos sentados bajo un árbol cuando comenzaron a disparar indiscriminadamente. Creímos que alguien estaba tirando petardos. La gente empezó a correr aquí y allá.” Gurumukh Palwani, de 40 años, que consiguió escapar del templo con sus dos hijos, dijo: “Escuché un ruido fuerte y disparos. No sabía lo que estaba pasando. Luego los encargados del templo nos dijeron que nos metiéramos dentro de una habitación. Gracias a Dios estoy vivo”.
El viceprimer ministro de la India, Lal Krishna Advani, describió los disparos como un ataque suicida e insinuó que era la obra de los militantes islamistas con base en Pakistán. Los hombres armados estaban tratando de arruinar las elecciones en el estado de Jammu y Kashmir, dijo. “Los enemigos de este país sienten que las elecciones en Jammu y Kashmir fortalecerán la posición de India, de manera que creen que un gran incidente como este los ayudará a que no sea así.” Los muertos incluían a seis mujeres y cuatro niños, añadió. Por lo menos 40 personas resultaron heridas.
Hasta anoche nadie se había hecho responsable por las muertes. Los detalles todavía son borrosos, pero el ataque fue claramente diseñado para crear la máxima confusión. Coincidió con la segunda fase de la votación en el disputado Kashmir y se llevó a cabo en el distrito electoral de Advani, el miembro más extremo del gobierno de coalición liderado por el partido nacionalista hindú de la India. El y otros políticos pidieron anoche moderación a la población hindú, en medio de temores de que el ataque pudiera desatar una renovada violencia en Gujarat entre las comunidades hindú y musulmana. Más de 2000 personas en el estado, la mayoría de ellos musulmanes, murieron en febrero y marzo durante los peores disturbios comunales en la India en una década. Gujarat está ardiendo desde entonces. El primer ministro de la India, Atal Bihari Vajpayee, condenó el ataque y prometió responder al terrorismo con “mano dura”. Se espera que vuele de regreso hoy, después de interrumpir una visita a las Maldivas. El incidente inflamará nuevamente las tensiones con Pakistán, que ya fueron difíciles la mayor parte de este año y casi llevan a una guerra entre los dos vecinos nucleares en mayo. Nueva Delhi acusó reiteradamente a Islamabad de permitir a los militantes con base en Pakistán infiltrarse en el país y atacar al ejército indio y a los civiles. Después de intensas presiones de Washington y Londres, el líder paquistaní, general Pervez Musharraf, anunció hace cinco meses que la infiltración había terminado, pero hay crecientes señales de que esto ha recrudecido.
Muchos analistas creen que una guerra entre la India y Pakistán es todavía posible. Anoche los canales de televisión indios emitieron horribles imágenes de peregrinos heridos llevados desde el complejo del templo en camillas mientras los soldados que rodeaban el área estaban agachados nerviosos detrás de paredes y arbustos, cerca de un sacerdote de traje naranja. También mostró imágenes de los muertos extendidos bajo sábanas blancas en un hospital. Un número desconocido de oradores estaban anoche todavía dentro del complejo, imposibilitados de escapar, mientras continuaba la batalla. La policía y los comandos lograron recapturar cerca de un cuarto de las nueve hectáreas del lugar después de llegar a las 6.15 de la tarde, hora local. Pero no habían penetrado al patio principal, donde entre dos y cuatro militantes estaban ocultos. Las fuerzas especiales indias volaron a Gujarat ayer a la noche y se esperaba que irrumpieran en el templo si el sitio continuaba.
“Nuestra primera prioridad es ver que la gente que estaba orando adentro sea sacada a salvo”, dijo I. D. Swamy, funcionario del Ministerio del Interior. “No podemos disparar indiscriminadamente, como los terroristas. Nadie debe resultar herido en el fuego cruzado, eso es muy importante.”
El templo, un complejo de piedra arenisca rosa, es enormemente popular entre los hindúes, con miles de devotos que llegan todos los días. Un edificio imponente de 10 pisos, que fue visitado por el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton en 2000 alberga un ídolo dorado del dios Swaminarayan, un monje hindú del siglo XVIII. Los seguidores de Swaminarayan creen que es una encarnación de Vishnú, el dios hindú de la preservación.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12
Traducción: Celita Doyhambéhère