El candidato demócrata Barack Obama acusó ayer al republicano John McCain de estar más interesado en iniciar una campaña de desprestigio contra su persona que en centrarse en la situación económica del país. El senador por Illinois pasó ayer al contraataque tras las declaraciones en las que la candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, lo acusó de “mantener relaciones amistosas con los terroristas” a raíz de un artículo publicado en The New York Times.

“Nuestro rival es alguien que ve a Estados Unidos como algo tan imperfecto que es amigo de terroristas capaces de cometer acciones terroristas contra su propio país”, dijo anteayer Palin. Una acusación que toca un tema tan delicado como el terrorismo, ya que todavía están recientes los ataques del 11-S, y vuelve a la cuestión del “patriotismo” de Obama, que los republicanos han puesto anteriormente en entredicho.

Las declaraciones de la gobernadora de Alaska aluden a un artículo publicado por el diario The New York Times, en el que se examina la relación de Obama con Bill Ayers, un ex miembro de la organización Weather Underground, cuyos miembros se adjudicaron varios atentados durante la controvertida guerra de Vietnam, y que ahora ejerce de profesor en la Universidad de Illinois, en Chicago.

Frente a estas acusaciones el portavoz de Obama, Hari Sevugan, opinó que el equipo formado por McCain y Palin “ha dado un paso más en su deshonrosa y desacreditada campaña, anunciando que iban a tratar de pasar página de la crisis financiera y lanzando más ataques personales sobre el senador Obama”. Sevugan se quejó de que “en lugar de ofrecer soluciones para los trabajadores y las familias norteamericanas, ofrecen falsos ataques”.

Mientras tanto, las encuestas confirman que Obama se consolida en el orden nacional y logra distanciarse de McCain en estados clave, incluidos algunos en los que se impuso el bando republicano en 2004.