Desde Washington

Barack Obama tiene las manos limpias. Eso es lo que se desprende de la investigación interna que el equipo del presidente electo de Estados Unidos ha emprendido entre todos los miembros de su gabinete, para aclarar si alguno de ellos incurrió en algún tipo de delito en el caso Blagojevich. El gobernador de Illinois, el demócrata Rod Blagojevich, se encuentra en libertad bajo fianza, acusado de haber intentado lucrar o beneficiarse con la elección del sustituto de Obama en el Senado. La legislación de Illinois otorga al gobernador el poder de designar al sustituto de cualquier senador que abandone su puesto. En las escuchas realizadas por el FBI durante un mes desde el teléfono de su casa, se oye a Blagojevich afirmar que el escaño es oro y que no está dispuesto a soltarlo a cambio de nada.

No obstante, el gobernador reclamó su inocencia la semana pasada en una conferencia de prensa donde no contestó a ninguna pregunta y en la que se negó a dimitir. “Voy a luchar, voy a luchar y voy a luchar hasta que me quede el último aliento; no he hecho nada malo y no soy culpable de ninguna actividad criminal”, declaró. Pero aún no se ha extinguido el eco de las conversaciones donde se lo escucha referirse al puesto vacante como si se lo fuera a vender al mejor postor: “A menos que consiga algo realmente bueno, joder, me quedaré yo mismo (con el escaño)”. El gobernador sabía que Obama quería a una persona determinada para ese puesto, pero él no estaba dispuesto a nombrarlo a menos que consiguiera a cambio alguna embajada, o el puesto de máximo responsable de Sanidad. “¿Le voy a dar a ese hijo de puta (el presidente electo) su senador a cambio de nada? ¡Que se joda! ¿A cambio de nada? ¡Que se joda!”.

Un periodista preguntó ayer al vicepresidente electo, Joe Biden, si tras la publicación del informe queda “exonerado” el equipo de Obama. Y Biden contestó: “No creo que haya nada que exonerar. El presidente no ha mantenido ningún contacto con Blagojevich ni con nadie de su equipo, como él mismo había afirmado”. Biden añadió que ninguno de los miembros del equipo de transición de Obama mantuvo contactos inapropiados con el gobernador. Obama se encontraba ayer de vacaciones en Hawai, su estado natal, cuando su equipó difundió el resultado de la investigación interna. En realidad, el informe estaba ya preparado desde hacía una semana, pero el fiscal de Illinois, Patrick Fitzgerald, solicitó que no se develara “hasta dentro de unos días” para que no perjudicase a su investigación. Numerosos analistas criticaron que el informe se hiciera público precisamente cuando Obama y gran parte de la población se encuentran en plenas vacaciones navideñas. Otros prestigiosos columnistas abogaban para que se diese al presidente electo un respiro en el caso Blagojevich. En las conferencias de prensa que celebró casi todos los días de la semana pasada en Chicago para presentar a su nuevo equipo, Obama no toleraba más que tres preguntas por sesión, y en cuanto le mencionaban a Blagojevich, eludía contestar amparándose en la discreción que demandó el fiscal de Illinois.

El fiscal Fitzgerald también solicitó al equipo de congresistas locales que ha emprendido un proceso de expulsión o impeachment contra Blagojevich que no profundice en las acusaciones que él ha formulado contra el gobernador, ya que eso podría alterar la investigación que él mismo está desarrollando. Mientras va quedando despejada la duda de si había alguna implicación delictiva por colaboración en la subasta del escaño, aún quedan por delante largas semanas en las que Obama puede ver afectada su imagen por las resonancias del caso. Tanto el impeachment como las acusaciones del fiscal pueden demorarse varios meses antes de alcanzar una conclusión que absuelva o condene al gobernador.

Illinois fue el estado en el que se forjó la carrera del presidente electo, y Obama apoyó la reelección de Blagojevich en 2006. El jefe de Gabinete de Obama, Rahm Emanuel, procedente de Chicago, mantuvo durante muchos años un estrecho contacto con Blagojevich cuando éste era congresista en Washington y Emanuel trabajaba en la administración de Bill Clinton. A pesar de que el caso Blagojevich ha oscurecido las presentaciones de la nueva administración demócrata, que tomará posesión el próximo 20 de enero, el Partido Republicano no ha criticado apenas la actuación de Obama en el caso.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.