Cuba prepara cambios “estructurales” en su economía para el año que empieza. El ministro cubano de Economía, José Luis Rodríguez, anunció que en 2009 se aplicarán especialmente en la agricultura y la industria y que el objetivo es “incrementar la eficiencia productiva nacional”. Rodríguez se refirió al “desbalance del equilibrio financiero interno y externo” de Cuba, a causa de la “espiral de precios” en el mercado internacional para combustibles y alimentos, principalmente.

Según declaró el ministro a la agencia Prensa Latina, el gobierno aspira el año próximo a “mantener el equilibrio financiero externo y crear reservas para contingencias indispensables”, ante la crisis financiera mundial. Rodríguez presentó sus objetivos este martes a integrantes del Parlamento cubano, preparando la sesión legislativa del 27 de diciembre próximo, la última de este año.

“Ese objetivo incluirá cambios estructurales, fundamentalmente en la agricultura y la industria, pues el país necesita incrementar la eficiencia y productividad para crear riquezas antes de consumirlas”, expuso el ministro. Esta idea continúa el rumbo que tomó la isla desde febrero, cuando Raúl Castro asumió la presidencia por la enfermedad de su hermano Fidel. Entre otras medidas, se distribuyeron tierras ociosas en “usufructo” a campesinos, para que las exploten en forma privada.

Según un programa especial de la televisión cubana emitido ayer mismo, ya se entregaron la mitad de las tierras oficialmente declaradas sin uso productivo. Este nuevo sector paga por el uso de los terrenos y sufrió un aumento específico en las tasas de servicios públicos.

Los resultados, según el ministro de Economía, fueron positivos, por lo que se decidió profundizar el rumbo. Según Rodríguez, la economía de Cuba tuvo un fuerte crecimiento, del seis por ciento, en el primer trimestre del año. Oficialmente, se espera que el crecimiento para el año 2008 cierre en 4,3 por ciento.

La flota

Mientras Rodríguez hacía sus anuncios económicos, los habaneros despidieron a la primera flota rusa que visitaba la capital desde la disolución de la Unión Soviética. El buque antisubmarino Almirante Chabanenko y sus escoltas Iván Bubnov y SB-406 terminaron una visita de cuatro días de altísimo nivel simbólico. La escuadra estaba comandada por el vicealmirante Vladimir Korolov, jefe de la Flota del Norte de la Federación Rusa, y la escala en Cuba completaba una gira por Venezuela y Nicaragua.

Korolov se despidió ayer de Raúl Castro en un “ambiente de amistad y colaboración”, según los medios oficiales cubanos. En el encuentro estuvieron también el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias cubanas, Julio Casas Regueiro; el viceministro jefe del Estado Mayor General, Alvaro López Miera, y el jefe de la Marina de Guerra Revolucionarias, Pedro Pérez Betancourt.

La gira de la escuadra rusa completa la política de reanudación de lazos con viejos aliados latinoamericanos y de acercamiento a la Venezuela de Hugo Chávez que impulsa el premier ruso Vladimir Putin. Hace menos de un mes, el presidente ruso Dimitri Medvedev visitó Caracas, el primer viaje de ese rango desde la gira del mismo Putin en 2000. Este año, Cuba recibió repetidas visitas de ministros del Kremlin y firmó tratados de cooperación militar, económica e industrial con su antiguo protector.

Los marinos de la flota visitaron el fin de semana lugares simbólicos de La Habana, tales como el Parlamento cubano y la Academia Naval Granma. A su vez, el Almirante Chabanenko fue abierto al público el domingo y el lunes, y recibió a miles de visitantes.