Sábado, 14 de febrero de 2009 | Hoy
EL MUNDO › ESTALLA UNA BOMBA EN MEDIO DE UNA PEREGRINACIóN
Una mujer suicida se inmoló en un festival religioso en el sur de Bagdad ayer, matando a 39 personas e hiriendo a otras 69 con una carga explosiva que llevaba en el cuerpo.
Por Patrick Cockburn *
Desde Arbil
Una mujer suicida se hizo estallar en medio de una multitud de peregrinos chiítas que estaban celebrando un festival religioso en el sur de Bagdad, ayer, matando a 39 personas e hiriendo a otras 69. La explosión fue la última de una serie de ataques en distintas partes de Irak que socava las esperanzas de que el país se vuelva menos violento mientras el gobierno reestablece su autoridad.
Las explosiones tuvieron lugar en Iskandariya, a 40 kilómetros de Bagdad, mientras cientos de miles de chiítas marchaban hacia la ciudad sagrada de Kerbala para celebrar el festival de Arbain. Las mujeres suicidas son utilizadas cada vez más por Al Qaida en Irak porque con sus largos trajes negros pueden ocultar más fácilmente los explosivos y porque los soldados y la policía masculina, 40.000 de ellos, están protegiendo a los peregrinos; no se sienten inhibidos de registrar a las mujeres.
“Vinimos aquí para el peregrinaje”, dijo Sadia Ali, que estaba caminando a Kerbala desde los barrios bajos de Sadr City. “No tenemos miedo. Hemos estado en peores situaciones en el pasado.” Un día antes, otro terrorista suicida mató a ocho peregrinos e hirió a 15 en Kerbala, demostrando que Al Qaida todavía tiene una red capaz de lanzar ataques sectarios.
El éxito del primer ministro iraquí Nouri al Maliki –presentándose en una plataforma no religiosa– llegando primero en las elecciones provinciales en Bagdad y Basra el 31 de enero aumentó las esperanzas de que el secularismo y el nacionalismo estaban comenzando a superar las diferencias sectarias. Las bombas y los disparos recientes muestran que el conflicto sunnita-chiíta sigue estando muy vivo aunque las muertes son menos que en la guerra civil de 2005-07.
En el norte de Irak, la tensión entre los árabes y los kurdos está aumentando frente a las elecciones que vieron erosionado el control kurdo de la provincia de Nineveh y su capital Mosul. Los kurdos tenían previamente una mayoría en el consejo local gracias al boicot de la mayoría sunnita en la elección previa de 2005. Pero en la última elección los kurdos obtuvieron el 31 por ciento, un porcentaje proporcional a sus tres millones de habitantes de Nineveh y Al Hadba. Una coalición sunnita árabe dedicada a anular la influencia kurda obtuvo el 48 por ciento.
Desde la elección hubo un aumento de la violencia. El lunes, cuatro soldados estadounidenses y un intérprete murieron por una bomba a un lado del camino. Dos importantes políticos locales fueron asesinados. El último fue Ahmed Fathi al Jabouri, que estaba saliendo de una mezquita después de las oraciones de la tarde cuando se acercó un automóvil y un hombre armado le disparó a la cabeza. En otros lugares de la ciudad hubo repetidos ataques con bombas a la policía y a las instalaciones gubernamentales con grandes pérdidas de vida.
Parte de esta violencia es una batalla por el poder dentro de la comunidad sunnita, pero la fricción entre los árabes y los kurdos creció a lo largo del norte de Irak en los últimos seis meses. El gobierno de Maliki ha estado enviando unidades del ejército iraquí que es árabe para reemplazar a aquellos que son kurdos en las provincias de Kirkuk y Nineveh. Esto es muy sensato, ya que los kurdos reclaman todo Kirkuk y las partes kurdas de Nineveh fuera de Mosul.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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