En Misiones ayer la lluvia no se detuvo en ningún momento y acompañó, entorpeciendo, los operativos que las brigadas realizaban para acercar ayuda a los pobladores de los parajes más afectados por el tornado del martes. El relevamiento de las pérdidas siguió adelante, mientras el jefe del escuadrón de Gendarmería Nº 12, destacado en la zona, Raúl Bauvano, afirmaba que, según los reportes de los 70 efectivos desplegados en el lugar, “ya no quedan personas desaparecidas”. Un hombre de 49 años y un chico de 13 fallecieron en la tarde, a pesar de la asistencia médica, con lo cual asciende a 11 el número de muertos. En la tarde de ayer todavía había 16 víctimas internadas (dos de ellas en terapia intensiva) en Eldorado y 3 en San Pedro. Pasado el mediodía, la presidenta Cristina Fernández arribó a la provincia y, tras cambiar sus planes de sobrevolar áreas de desastre porque el clima lo impedía, recorrió por tierra parte de la provincia para llegar a San Pedro. El ministro de Salud, Juan Manzur, quien pasó la noche del martes en la zona afectada, continuó coordinando la asistencia en Eldorado.

A medida que transcurrió el día, los sobrevivientes comenzaron a narrar la experiencia tremenda que habían vivido: relatos desgarradores de cómo el fenómeno meteorológico destruyó familias, hogares, plantaciones y emprendimientos ganaderos de pequeños propietarios. El día después, según explicó Brauvano, amaneció con un “devastador efecto visual”. Los relatos coincidían en que el temporal pareció ensañarse contra niños y ancianos. El vendaval también afectó al 80 por ciento de los productores tabacaleros de San Pedro, según informó el ministro del Agro y la Producción provincial, Alex Ziegler, quien afirmó que ayer mismo un equipo de su área se encontraba en la zona afectada “para desarrollar los mecanismos de ayuda”.

El secretario de Hacienda de San Pedro, Ernesto Dornelles, refirió que el gobierno central envió ayer “un ATN –Aporte del Tesoro Nacional– por 100 mil pesos”, que fueron destinados “al pronto socorro y el combustible para los vehículos y camiones” que van y vienen desde San Pedro a la zona del desastre. De acuerdo con fuentes del gobierno nacional, se estima que en breve se destinarán otros tres millones y medio de pesos, en ATN y anticipos del fondo de las retenciones a la exportación de soja. Además, en la mañana el gobernador Maurice Closs decretó la emergencia agropecuaria en el departamento San Pedro, lo que muy posiblemente se traduzca en postergación o exención de impuestos, refinanciación de deudas y ayudas especiales, que puedan fungir como compensaciones por la pérdida de animales.

A los operativos de búsqueda, rescate y relevamiento de los daños se incorporaron miembros del Ejército, con lo cual llegaron a 203 los efectivos destacados, quienes además contaban con tres helicópteros, varios vehículos y cocinas de campaña. Santa Rosa es una zona de monte y forestaciones, por lo que los efectivos de Gendarmería recorrían “toda la zona con cuatriciclos que les permiten ingresar en lugares complicados”, según explicó Brauvano.

Ocho escuelas de la zona resultaron “seriamente” dañadas, informó el ministro de Educación de Misiones, Hugo Passalacqua. Sin embargo, agregó, “estamos viendo una mecánica de emergencia para que a partir del lunes los chicos que asisten a escuelas de jornada completa tengan el servicio de comedor y dictado de clases”. Al menos hasta ayer, los establecimientos que no habían sufrido daños estaban siendo utilizados como albergue provisorio para las familias que perdieron sus viviendas.

Luego de haber pasado la noche del martes en la zona de San Pedro, y mientras seguía coordinando la asistencia a las víctimas, Manzur detalló que el tornado afectó a “una franja de aproximadamente 1000 a 1500 metros por siete u ocho kilómetros y a su paso arrasó con todo, no sólo con las viviendas precarias, sino también con animales de gran porte y también con la población”.

Tal como estaba previsto, poco después del mediodía Cristina Fernández aterrizó en Puerto Iguazú, desde donde había sido planificado que volara a San Pedro –a unos 50 kilómetros del paraje Santa Rosa y Tobuna, epicentros del tornado– en compañía del gobernador Closs. Sin embargo, la persistencia de una lluvia copiosa obligó a la Presidenta y a los funcionarios nacionales y provinciales a realizar el trayecto por tierra. Durante la recorrida, Fernández se encontró con Manzur, el secretario de Obras Públicas, José López, y funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social.

Al fin de la tarde, desde Tobuna, Fernández señaló que se había tratado de una “tragedia inevitable”. “Un tornado es imprevisible, no hay nada que hacer contra eso”, dijo antes de regresar a Buenos Aires. “Se ha trabajado bien, se han cubierto a todos los animales para evitar cualquier tipo de peste”, agregó. Al llegar, recordó, “estuve en la iglesia, en las escuelas, con los maestros y es impactante”, tal como lo fue también conocer las historias de las psicólogas del Servicio Penitenciario Nacional y el personal femenino del cuerpo de bomberos que “hicieron de nodrizas y madres para los niños” damnificados.

“Ahora hay que comenzar todo de nuevo, lamentablemente las vidas perdidas ya no se recuperarán, pero quedan unas cien familias sin vivienda por las cuales hay que trabajar incansablemente para devolverles una vivienda digna lo más pronto posible”, dijo el ministro de Gobierno provincial, Jorge Franco, quien precisó que las viviendas destruidas suman 114.

En los parajes Santa Rosa y Tobuna, a la lluvia que cayó a lo largo de todo el miércoles se sumó el frío, para continuar convirtiendo el área en tierra inhabitable. El pronóstico señala que seguirá lloviendo hasta el fin de semana.