EL MUNDO › NAUFRAGO RESCATADO ANTE EE.UU.
Eliancito, el regreso
A tres años exactos del comienzo de la odisea de Elián González, otro chico cubano llegó el lunes por mar a Estados Unidos. Pero el caso de este adolescente, que tiene 13 años y cuyo nombre aún no se difundió, es diferente al de Elián. El lunes a la noche, el joven llegó a Cayo Hueso, Florida, en una lancha a motor con dos contrabandistas de inmigrantes y otros cinco adultos cubanos a bordo, entre ellos su padre. La lancha, de siete metros de eslora, se había quedado sin nafta y flotaba a la deriva en un mar agitado, dijo la Guardia Costera estadounidense. Fue remolcada hasta el puerto, donde cinco de los adultos saltaron a tierra y se ganaron el derecho a ser residentes estadounidenses. Pero el adolescente y uno de los contrabandistas quedaron a bordo y fueron detenidos por las autoridades.
“¡Un nuevo caso Elián!”, anunciaron las cadenas de televisión de Miami. Pero este caso es diferente al de Elián González. Según la “Ley de ajuste cubano”, también conocida como de “pies secos, pies mojados”, los cubanos que logran pisar tierra estadounidense consiguen automáticamente la residencia en ese país. Pero los que no lo logran o son interceptados en el mar, deben ser repatriados. Sin embargo, como las autoridades estadounidenses decidieron considerar al chico “testigo material” en el proceso contra los dos contrabandistas, éste tiene casi asegurada la permanencia en Estados Unidos. Hasta ayer a la noche, el chico seguía detenido. Según Bernie Perlmutter, profesor de derecho de la Universidad de Miami, es posible que las autoridades estén “buscando un pretexto para liberarlo y evitar otro incidente internacional”.
“Si el padre puede quedarse en Estados Unidos, lo lógico es que su hijo se quede con él bajo su custodia”, indicó Perlmutter sobre el nuevo caso. Hasta el momento, ni el gobierno de Cuba ni la madre del chico que, se cree, vive en la isla, hicieron comentarios sobre el caso, y no es seguro que vayan a hacerlo.