Martes, 24 de noviembre de 2009 | Hoy
EL MUNDO › EXHORTó A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL PARA QUE NO RECONOZCA LOS COMICIOS
Hoy cierran las campañas y Micheletti ya anunció que se retirará de la presidencia de facto entre el 25 de noviembre y el 2 de diciembre, a fin de no interferir en el sufragio y ayudar a su causa golpista. La OEA se muestra dividida.
A tan sólo seis días de las elecciones en Honduras, cada parte reforzó ayer su juego. Por un lado, la dictadura lanzó un llamado a los hondureños para que acudan a las urnas y validen su estrategia. “Después de una dura lucha contra todos, estamos listos para ejercer el sufragio”, bramó el gobernante de facto, Roberto Micheletti, al término de una misa celebrada para bendecir las elecciones. “Todo el mundo a votar”, dijo el legislador devenido en dictador. Por el otro, Manuel Zelaya, presidente legítimo, volvió a exhortar a la comunidad internacional para que no reconozca unos comicios organizados por un régimen de facto. Desde su refugio en la embajada brasileña en Tegucigalpa, el mandatario derrocado buscó dirigirse al auditorio más amplio posible: el hondureño envió su carta a los presidentes de América, a la OEA, a las Naciones Unidas (ONU) y a la Unión Europea (UE).
“En estos momentos tan difíciles les pido a los países hermanos de América y al mundo entero su solidaridad con Honduras. Que nos acompañen en base a los hechos por ustedes conocidos, revalidando la posición de no apoyar el intento unilateral de dar validez a un acuerdo rescindido en tiempo y forma por las violaciones consumadas por la dictadura”, arranca la carta de Zelaya. E insiste: “De la manera más atenta, invitamos a todas las naciones que reconocen nuestro gobierno a que se abstengan de apoyar las acciones del régimen ilegal que usurpó el poder por la fuerza de las armas. Invoco su cooperación para que no quede impune este golpe de Estado militar y sus sangrientas violaciones a los derechos humanos”, enfatiza la misiva.
Pero cuando ya pasó un día en plena semana electoral, el panorama no parece alentador para Zelaya. Hoy cierran las campañas de los candidatos y Micheletti ya anunció que se retirará de la presidencia de facto entre el 25 de noviembre y el 2 de diciembre, a fin de no interferir en los comicios y ayudar a su causa golpista. El gesto ya fue saludado desde Washington. “Valoramos este paso”, celebró Ian Kelly, vocero del Departamento de Estado. Además, José Alfredo Saavedra, presidente de facto del Congreso hondureño, ya dejó en claro hace algunos días que el Legislativo no discutirá la posible restitución del presidente legítimo hasta ese mismo 2 de diciembre, es decir, con las elecciones ya consumadas. “Estas elecciones tendrán que ser anuladas y reprogramadas para cuando se respete la voluntad soberana. Legitimar los golpes de Estado por medio de procesos electorales espurios divide y no contribuye a la unidad de las naciones de América”, advirtió Zelaya.
Vaticinio o simple constatación de los hechos, esa división entre los países del hemisferio en torno de las elecciones hondureñas fue ayer la nota del día en la sede de la OEA en Washington. Allí, a puertas cerradas y durante más de una hora y media, el secretario general de la organización, José Miguel Insulza, se reunió con los representantes de los 34 países miembros para intentar consensuar una posición común. Por un lado, las delegaciones de la Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Nicaragua y Venezuela anunciaron que no reconocerán la votación.
Por el otro, Arturo Valenzuela, el flamante nuevo subsecretario de Estado norteamericano para América latina, se encargó, en lo que fue su debut en el cargo, de dejar en claro la posición de Estados Unidos. “Las elecciones del 29 de noviembre son consonantes con el mandato constitucional de renovar el mandato presidencial y el de los congresistas, lo que permite a los hondureños ejercer su voluntad soberana”, explicó Valenzuela. Destacó que estas elecciones se comenzaron a organizar antes del golpe de Estado del 28 de junio y que por eso su país enviará observadores electorales, algo a lo que se negó la propia OEA. “Recurriremos a observadores internacionales de la sociedad civil y a nuestra propia observación para determinar si estas elecciones alcanzan los parámetros internacionales”, precisó el funcionario.
“Yo creo que Honduras está en camino de tener unas elecciones bastante decentes. No creo que la OEA alcance una postura común frente a estas elecciones”, remató Lewis Anselem, representante norteamericano ante el organismo interamericano. Panamá y Colombia adhieren a la postura de Washington. Perú lo está evaluando.
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