EL MUNDO › LA PRIORIDAD PARA LA GESTIóN ESPAñOLA ES SUPERAR LA CRISIS ECONóMICA REGIONAL

España asumió la jefatura de la UE

En los próximos seis meses de gestión española, la Unión Europea se propone elaborar un plan de desarrollo económico a largo plazo. Se buscará atacar el déficit y el desempleo. Los reyes estuvieron presentes en la ceremonia de asunción.

Con claro acento nacional en una gala presidida por los reyes Juan Carlos y Sofía y los príncipes de Asturias, España asumió ayer oficialmente el testigo de la presidencia semestral de una Unión Europea (UE) a la que José Luis Rodríguez Zapatero se propone sacar de la peor crisis económica en treinta años, pese a las fuertes críticas que llegan de Europa a su gestión en ese ámbito.

El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, recibió del ministro sueco de Asuntos Exteriores, Carl Bildt, el testigo de la presidencia rotatoria de la UE simbolizada en un cilindro con las banderas europea, sueca y española y un texto del Tratado de Lisboa. El traspaso oficial tuvo lugar en una ceremonia en el Teatro Real de Madrid, presidida por los reyes Juan Carlos y Sofía y con la asistencia de los máximos responsables de las instituciones comunitarias y casi 1500 invitados, que contemplaron un espectáculo de flamenco y danza.

Coincidiendo con este arranque oficial de su mandato europeo, Zapatero se reunió en Madrid con los presidentes del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y de la Comisión de la UE, José Manuel Durao Barroso, con quienes tendrá que coordinar las políticas a seguir por la Unión este semestre, tarea para la que los tres mostraron una buena disposición y sintonía.

En una conferencia de prensa coincidieron en que en un mundo globalizado y con reequilibrios de poder como el actual, la UE no tiene otra salida que adaptarse a los cambios, caminar unida y coordinar sus políticas.

“Avanzar en la unidad económica europea, porque si avanzamos haremos que la prosperidad sea el horizonte de todos los europeos”, dijo el jefe del gobierno español. Para Van Rompuy, que asumió recientemente su cargo de presidente permanente de la UE, “el primer objetivo es garantizar una plena recuperación, superar los retos a corto plazo ligados a la crisis económica y al mismo tiempo trabajar en cambios estructurales” que deben culminar en la elaboración del plan a largo plazo, bautizado como “Estrategia 2020”.

Este plan, que comenzará a diseñar en una cumbre extraordinaria en Bruselas el próximo 11 de febrero con el objetivo de que sea aprobado a finales de la presidencia española en junio, busca dinamizar la economía europea y hacer más competitiva la “Agenda de Lisboa”. “Vamos a tener éxito”, destacó Van Rompuy, que ve en ello “una cuestión de supervivencia” y que subrayó que la UE necesita “un mayor crecimiento económico para preservar el modo de vida europeo”.

Tras aludir al déficit presupuestario que afrontan los países europeos, sostuvo que es preciso acometer “reformas y un crecimiento estructural”.

“Sabemos que el crecimiento no va a superar el uno por ciento y no nos podemos permitir que esté en riesgo nuestro modelo económico”, agregó.

Ante esta situación, el presidente del Consejo Europeo detecta en los países de la UE “un mayor sentimiento de urgencia”.

España es uno de los pocos países comunitarios que siguen en recesión y la tasa de desempleo, en niveles record desde los años ’90, se acerca peligrosamente al 20 por ciento, según los datos difundidos ayer por Eurostat, la oficina de estadísticas del bloque. “España está a punto de salir de la crisis, si no lo ha hecho ya”, se defendió ayer Zapatero en La Moncloa, poco antes de la gala oficial en la que en nombre de España asumió el testigo presidencial del bloque de manos del ministro de Exteriores de Suecia. Tanto Zapatero como Van Rompuy eludieron concretar si sus propuestas sobre la nueva estrategia económica podrían contemplar medidas vinculantes y eventuales sanciones para los países que no cumplan los objetivos fijados.

En una reunión con periodistas extranjeros, este jueves en Madrid, Zapatero aludió a “medidas correctivas” para evitar que fracase la nueva estrategia como ocurrió con su predecesora.

El presidente de la Comisión Europea respaldó los objetivos planteados y afirmó que Europa “debe trabajar de manera más articulada y más ambiciosa”, porque en el contexto actual globalizado “no podemos permitirnos seguir como hasta ahora”.

Van Rompuy y Zapatero, quienes inaugurarán una nueva cooperación en la UE al compartir el liderazgo antes reservado exclusivamente al país que ejercía la presidencia de turno, restaron importancia a esta bicefalia. Para el jefe del Ejecutivo español lo pertinente en el caso de que estalle una grave crisis sería que el teléfono suene en el despacho de Van Rompuy, mientras que éste afirmó que en esa tesitura convocaría el Consejo Europeo, que reúne a los líderes de los Veintisiete, porque “no vivimos en una dictadura”.

Esta es la cuarta presidencia de turno de la UE que asume España desde su incorporación al bloque europeo en 1986 y en la que se ha fijado entre sus prioridades relanzar la cooperación de Europa con América latina. La firma de acuerdos de asociación con Centroamérica y algunos países andinos, como Colombia y Perú, además de dar un impulso al bloqueado proceso negociador con Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), figura en la agenda española.

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Zapatero con el presidente del Consejo Europeo, Van Rompuy, ayer, en La Moncloa.
Imagen: EFE
 
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