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Pese a las presiones internacionales, Rusia anunció ayer que apurará la construcción de un reactor nuclear en Irán. “Hay preocupación por el mal uso de la tecnología, pero existen acuerdos internacionales y Rusia e Irán no han violado ninguno”, indicó un vocero del ministerio ruso de Energía Atómica, que aseguró que el reactor sólo tiene fines pacíficos.
El miércoles pasado, el ministro ruso de Energía Atómica, Alexander Rumyantsev, acordó con el jefe de la Organización de Energía Atómica iraní, Gholam Reza Agazadeh, acelerar la construcción del reactor. Este costará 800 millones de dólares y se construirá en la ciudad iraní de Bushihr. Comenzará a funcionar en diciembre del año próximo y es posible que se edifique un segundo reactor. Pero el ministro ruso negó que el proyecto tenga alguna relación con las dos instalaciones nucleares que se están levantando en el oeste de Irán. Washington sospecha que éstas podrían estar desarrollando armas nucleares y que fueron construidas con equipo y “know-how” rusos. “Ellos saben que Rusia no tiene nada que ver con esas instalaciones. Además, Irán las abrirá en febrero para que las inspecciones la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA)”, dijo el vocero de Rumyantsev. Mientras, Irán volvió a negar que fabrica armas nucleares.