Un ex comisario de la policía federal brasileña acusó al equipo de campaña del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de haber intentado complotar contra el principal candidato opositor, el socialdemócrata José Serra. Mientras tanto, la candidata oficialista, Dilma Rousseff, no deja de crecer en los sondeos electorales.

Onésimo Souza, ex jefe policial, dijo a la revista Veja que le habrían ofrecido unos 800 mil dólares para espiar a Serra, principal adversario de la candidata del PT, y encontrar datos de su vida privada que pudieran ser usados en su contra. Souza está sospechado de pertenecer a la llamada “comunidad de informaciones”, un grupo que actúa desde hace años en Brasilia y se dedica a intervenir teléfonos y vender datos secretos. A raíz de la repercusión de este caso, el periodista Luiz Lanzetta renunció a su puesto en el equipo de campaña de la economista Rousseff, tras reconocer haberse reunido con Souza y otros ex agentes de inteligencia. Según una encuesta divulgada ayer por TV Globo, la intención de voto para la ex jefa de gabinete de Luiz Inácio Lula da Silva aumentó cinco puntos y se ubicó en 37 por ciento, igual que la de Serra. La consultora Ibope remarcó que el ex gobernador de San pablo bajó un ocho por ciento con respecto al mes pasado. Además, Lula anunció que esta semana hará campaña junto con Rousseff, lo que puede disparar aún más sus chances.