Un supuesto cabecilla y tres rebeldes más desertaron de un frente de las FARC en el noroeste de Colombia y condujeron a las autoridades hasta cuatro escondites en los que almacenaban un arsenal de guerra, informaron portavoces castrenses de Medellín. Los depósitos clandestinos estaban situados en las zonas rurales de Caracoló, San Carlos y Puerto Nare, localidades en el departamento de Antioquia, del que Medellín es capital. En ellos, las tropas hallaron 19 fusiles, dos pistolas, una carabina y un revólver, así como 57 proveedores de balas, dos morteros, cuatro granadas y 4689 cartuchos de guerra. Además, se incautaron cincuenta kilos de R1 (explosivo de alto poder), más de medio millar de estopines y conectores para bombas y minas, 150 metros de cordón detonante y dos equipos de comunicación por radio, entre otros elementos.