La Corte Suprema de Justicia de Paraguay ordenó que el ex presidente Nicanor Duarte Frutos jure como senador, lo que esa Cámara había impedido dos años atrás por haber sido elegido en forma irregular. Mañana los parlamentarios deben aprobar su ingreso al cuerpo. Algunos senadores de la oposición adelantaron que no darán quórum. Mientras tanto, el Ejecutivo paraguayo guarda silencio.

La sala constitucional de la Corte Suprema de Justicia aprobó el lunes a la noche la incorporación de Duarte Frutos a la Cámara alta, anulando dos resoluciones del Congreso tomadas en 2008. Los tres jueces que le dieron el visto bueno al ex mandatario paraguayo fueron Víctor Núñez, Alicia Puchetta de Correa y Nery Villalba. Según publicó el diario La Nación, los tres magistrados son de extracción colorada.

El Senado le había impedido al antecesor de Fernando Lugo asumir la banca porque la Constitución no permite que un presidente en ejercicio compita por un escaño. Por eso, el 27 de junio de 2008, el entonces presidente del Congreso paraguayo, el liberal Miguel Abdón Saguier, convocó al suplente Jorge Céspedes para ocupar la banca que Duarte Frutos había ganado en las elecciones legislativas de 2008. Después de ceder el mando a Lugo, Duarte Frutos quiso ocupar su lugar, pero no pudo, por eso comenzó una batalla legal. El ex mandatario colorado había pedido la nulidad de las decisiones del Senado con el argumento de que la única institución competente para proclamar a las autoridades electas es el Tribunal Superior de Justicia Electoral.

La reciente resolución del máximo tribunal de justicia molestó a Céspedes, que integra el Partido Colorado pero milita en una rama distinta de la del ex mandatario. El suplente de Duarte Frutos denunció ayer que venía sufriendo presiones del ex presidente. “Hace unos tres o cuatro meses ya se estaba manejando el fallo de la Sala Constitucional”, dijo Céspedes, que aseguró que no abandonará el cargo. Con ese objetivo, el abogado de Céspedes presentó un recurso de aclaratoria ante el máximo tribunal, que tiene un plazo máximo de 48 horas para explicarle al actual senador los alcances de su fallo. Según dijo la prensa paraguaya, Céspedes no descartó una acción legal para intentar quedarse con el puesto.

El senador oficialista Carlos Filizzola, del Partido País Solidario, remarcó ayer: “La Constitución establece que un presidente de la república sólo puede ser senador vitalicio”, lo que sólo le daría voz pero no voto al legislador. El parlamentario ligado a Lugo acusó a la Corte Suprema de violar abiertamente la Carta Magna y advirtió con un juicio político a los supremos.

Por su parte, Duarte Frutos negó que esté forzando una situación para volver a la presidencia de Paraguay, aunque reconoció que no le disgusta la idea. Aunque, en sus declaraciones, estuvo más preocupado por congraciarse con el actual mandatario. Dijo que Lugo está dando pasos firmes en su intento de lograr estabilidad política. “En dos años, parecería que hay un intento serio de avanzar, de generar entendimientos, de dejar un poco atrás las disputas a veces estériles”, destacó. Lugo no se pronunció todavía acerca de la posible asunción de su antecesor. El asesor legal de la presidencia paraguaya dijo que el mandatario estaba evaluando la situación.

Mañana el Senado deberá aprobar o no el ingreso de Duarte Frutos al cuerpo, donde el oficialismo está en franca minoría. Según los medios asunceños, el ex presidente cuenta con nueve votos de los legisladores del golpista Lino Oviedo y de una parte de la bancada de los colorados. Se desconoce qué posición tomarán las fuerzas más pequeñas y el partido opositor Patria Querida. Aunque el senador de Patria Querida Miguel Carrizosa dijo que había acordado, junto a otros pares, no dar quórum para la sesión en la que Duarte Frutos intente jurar como senador.