Sábado, 11 de septiembre de 2010 | Hoy
EL MUNDO › OBAMA PIDIó MáS TOLERANCIA Y DEFENDIó LA CONSTRUCCIóN DE LA MEZQUITA EN NUEVA YORK
El pastor Jones desistió de quemar copias del Corán, pero ahora se dirige a la gran ciudad, supuestamente para reunirse con el imán detrás del proyecto de la mezquita, en medio de sangrientas protestas en el frente de guerra.
Por David Usborne *
Un manifestante murió y por lo menos otros once resultaron heridos en Afganistán ayer mientras las manifestaciones contra el plan de un pastor de Florida para quemar copias del Corán se tornaban más violentas. El baño de sangre en Afganistán continuó en manifestaciones en las bases de la OTAN en las provincias de Badakshan y de Farah. Policías afganos también resultaron heridos después de que una manifestación pacífica en Faizabad, la capital de Badakshan, se convirtió en un ataque violento por parte de cientos de hombres jóvenes en la base alemana de la OTAN.
La violencia es el último sombrío resultado del plan de Terry Jones, aparentemente abandonado ahora, de hacer una hoguera con Coranes para marcar el noveno aniversario del 11 de septiembre. Hoy, esta controversia chocará con la actual pelea sobre la construcción de una mezquita cerca de Zona Cero, mientras Jones se dirige a la ciudad, supuestamente para reunirse con el imán detrás del proyecto, el mismo día en que los parientes de las víctimas tratan de conmemorar el aniversario de los ataques terroristas.
Mientras aumentaba la temperatura ayer adelantándose al choque, el presidente Barack Obama llamó a la calma. “Debemos asegurarnos de no comenzar a volvernos unos contra otros –les dijo a los periodistas–. Es absolutamente importante ahora que la abrumadora mayoría de los estadounidenses se aferre a lo que es mejor para nosotros; que es nuestra creencia en la tolerancia religiosa, nuestra claridad sobre quiénes son nuestros enemigos.”
Los ahora familiares rituales de homenajes a la memoria, cronometrados para coincidir con los momentos en que dos aviones secuestrados se incrustaron en las Torres Gemelas en 2001 y mataron a casi 3000 personas, seguirán como de costumbre, conducidos por el presidente en el Pentágono.
Pero todo puede hundirse por el rugido de las enloquecedoras peleas por la quema de los Coranes y la mezquita. Cuando los servicios de conmemoración terminen, las dos manifestaciones competidoras, una de ellas compuesta por los opositores al nuevo centro islámico y la mezquita y la otra por los que los apoyan, tienen planeado ir a Manhattan al sur. La policía de Nueva York anoche pidió que las manifestaciones opuestas no llevaran a la violencia.
Jones dijo que está volando a Nueva York para reunirse con el imán Feisal Abdul Raif, autor del proyecto de la mezquita en Zona Cero. Acompañando a Jones estará el director de la Sociedad Islámica de Florida Central, imán Muhammad Musri. Mientras parece que la quema de los libros se canceló –Jones ha sido poco claro en cuanto a si la quema se pospone o se cancela, y a medida que la saga progresa, Jones se ha vuelto más propenso a cambiar súbitamente de posición–, la violencia en Afganistán sugiere que sus acciones ya han hecho daño a las relaciones entre las religiones. Pero en una entrevista en la CNN, el imán Feisal Abdul Raif desmintió que se vaya a reunir en Nueva York con Jones y reiteró que la mezquita no se moverá de su sitio. “Nuestros planes sobre el centro comunitario no han cambiado. Sugiero que se dedique el día solemne del 11 de septiembre a la reflexión y la plegaria”, instó el imán.
“El libro santo está implantado en los corazones y las mentes de todos los musulmanes –dijo el presidente Hamid Karzai anoche–. La humillación del libro santo representa la humillación de nuestro pueblo.”
En Indonesia, la nación con mayor población musulmana en el mundo, el clérigo Busli Hasbi les dijo a los 1000 fieles que asistieron a las oraciones del viernes por la mañana, que quemara o no quemara el Corán, Jones ya había “herido el corazón del mundo musulmán”. Añadió: “Si hubiera seguido adelanto con ello, habría equivalido a una guerra, una guerra que habría reunido a los musulmanes de todo el mundo”.
Todos aquellos que converjan en la Zona Cero esta mañana notarán algo que no es familiar: la Zona Cero es por fin un sitio de construcción verdadero. Después de un aparente parate, el esfuerzo por reconstruir el área con torres de oficina, un museo subterráneo y un espacio de tres hectáreas para honrar la memoria, de pronto tomó impulso.
Más visible es el esqueleto de lo que será el rascacielos de 544 metros, que se llamará One World Trade Center. Creciendo firmemente, ahora tiene 34 pisos y debería estar listo para ser ocupado en 2012. Los dos espacios vacíos marcando las huellas de las demolidas Torres Gemelas ya están en su lugar, antes del tiempo previsto para la apertura de todo el complejo, el año que viene, para el décimo aniversario de la atrocidad.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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