Desde Santa Fe

Cinco mil metros de muro de hormigón y alambradas, 310 reflectores y 290 lámparas de 400 watts cada una, cinco grupos electrógenos para abastecerlas, una cinta gris de 12 metros de ancho, y más de tres kilómetros de ida y vuelta sobre la Avenida de Circunvalación de la capital santafesina y 30 automóviles del Turismo Competición 2000 acelerando hasta los 230 km/h de velocidad máxima posible. Van a bailar un rato, esta noche (desde las 21.50, televisa TyC Sports), ante las 120 mil personas que espera la Municipalidad de Santa Fe, organizadora de la carrera, la octava del torneo. La música, amplificada por los paredones, la ponen los motores de 320 HP rugiendo sordamente. No es Montecarlo, no es Singapur (donde en dos semanas corre la Fórmula 1 también bajo la luna), pero Santa Fe, el único circuito de automovilismo callejero que le queda a la Argentina, promete lo suyo. Hay que manejar con procurada fineza, raspando los muros pero sin golpearlos, pisando con firmeza a la salida de los dos retomes que tiene el circuito. “Correr aquí, de noche, es una de las cosas más espectaculares que me dio el automovilismo deportivo –confiesa Leonel Pernía, del equipo Honda Petrobras, líder del torneo 2010 que, además, dominó el callejero en 2009–. Vas corriendo, tremendamente concentrado, porque venís rapidísimo, y te asombran los flashes, la cantidad de gente que te está sacando fotos...” El último ganador del TC2000, Christian Ledesma (Chevrolet), coincide: “Se siente el vértigo y la adrenalina que te genera ir a fondo entre paredones, sin margen para el error”. La lluvia aguó los entrenamientos, ampliando el margen de la incertidumbre. Se verá cuando empiece el baile.