Jueves, 30 de septiembre de 2010 | Hoy
EL MUNDO › LOS CANDIDATOS DE BRASIL TOMAN DISTANCIA DE LAS CONSULTORAS
Dos últimos sondeos de opinión otorgan el triunfo a Dilma Rousseff este domingo, sin necesidad de ir a segunda vuelta. La candidatura petista no se habría resentido por el escándalo de corrupción.
El oficialismo brasileño y la oposición coincidieron en criticar a las consultoras de opinión pública. Mientras tanto, dos sondeos revelaron ayer que la candidata del Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, ganaría en la primera vuelta. Rousseff y el presidente Luiz Inácio Lula da Silva cerrarán hoy la campaña por separado.
Los datos que encendieron la alarma los proporcionó la encuestadora Datafolha. Según Datafolha, Rousseff habría caído en las últimas dos semanas del 57 al 51 por ciento en la intención de voto. En ese mismo período, la que habría remontado sería la candidata del Partido Verde, Marina Silva. Ese escaso margen de mayoría llevó al director de Datafolha, Mauro Paulinho, a afirmar que veía posibilidades de que ningún candidato obtuviera el domingo más de la mitad de los votos y, por lo tanto, resultara necesaria la segunda vuelta prevista para el 31 de octubre.
El titular del PT, José Dutra, fue el primero en poner el foco en las últimas encuestas, que mostraban un retroceso en la carrera de Rousseff hacia el Palacio del Planalto. “Yo no voy a pelearme con los números. No entro en polémicas, pero nuestras encuestas no muestran eso”, desafió el jefe del partido oficialista los datos publicados por las consultoras. “Hay un crecimiento de Marina Silva, pero es puntual. No hay ninguna onda verde”, remarcó Dutra.
El socialdemócrata José Serra coincidió con sus principales rivales. Dijo que no cree en las encuestas, ya que muchas son compradas. También el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) apuntó que la metodología empleada varía según la consultora y no es fácil determinar cuál es el método más correcto para tomar la información.
Pero ayer se difundieron dos sondeos que tranquilizaron los ánimos en el interior del PT. Una investigación del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope) reveló que Rousseff cuenta con un 50 por ciento de intención de voto, lo que supondría un 55 por ciento de los sufragios válidos. De acuerdo con esa encuestadora privada, Serra sigue segundo, con un 27 por ciento. Mientras que Silva ocupa el tercer puesto, con un 13 por ciento de las preferencias.
Un panorama similar apareció en la encuesta del Instituto Sensus. La economista no se habría visto salpicada por los escándalos de corrupción que rodearon a su círculo cercano. Su hijo fue vinculado con hechos de tráfico de influencias mientras Rousseff estuvo al mando del gabinete de Brasil. Sensus estima que la candidata del PT tiene ahora un 47,5 por ciento de las preferencias, frente al 50,5 que tenía a comienzos de septiembre. Pero, según esa consultora, si se excluyeran los sufragios anulados y las abstenciones, Rousseff alcanzaría un 54,7 por ciento de los votos y resultaría electa en la primera vuelta.
Los aliados de Rousseff celebraron los últimos datos. “La única encuesta que tiene una variación significativa es la de Datafolha, que en estas elecciones está mostrando una mezcla de encuesta con campaña. Entonces, no podemos darle credibilidad”, disparó el diputado federal Ricardo Berzoini, quien aspira a ser reelecto en los comicios del domingo. El ex presidente del PT también relativizó la posibilidad de que las recientes denuncias de corrupción que causaron la renuncia de la jefa de Gabinete, Erenice Guerra, puedan afectar las chances electorales de Rousseff. “La población sabe separar una cosa de otra y puede constatar que las denuncias responden a una motivación; no mezcla lo que percibe de la realidad con la campaña de algunos medios contra el PT, contra Luiz Inácio Lula da Silva y contra Dilma”, remató Berzoini.
El debate en torno de la relación de Lula y la prensa ocupó gran parte de la campaña. Un grupo de juristas e intelectuales divulgó ayer un documento en el que afirma que el gobierno brasileño respeta la libertad de expresión. La carta abierta es una respuesta a un manifiesto opositor que lanzaron la semana pasada en San Pablo. “En los últimos años imperó con vigor la libertad de expresión y de ideas y el gobierno jamás fue transigente con el autoritarismo”, dice el texto difundido ayer.
Con ese apoyo y esperando que la proyección de los últimos sondeos se mantenga, el PT tendrá varios cierres de campaña. Lula encabezará hoy un acto en San Pablo, desde donde llamará a votar por su candidata. Rousseff no estará en el mismo escenario, ya que en ese momento deberá estar en el último debate televisivo.
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