Justo antes de que el presidente Barack Obama hiciera el esperado anuncio, los colegas del saliente Rahm Emanuel le dieron un recuerdo durante la habitual reunión convocada por el saliente jefe de Gabinete. El regalo vino muy bien envuelto. Era un pescado muerto, muy muerto. Era una señal de que sus amigos creen que “apesta” que se vaya para ser candidato a intendente de Chicago. Y como parte de la broma, el pescado venía envuelto en páginas de diarios de esa ciudad.

Nadie piensa que Emanuel tendrá demasiados problemas en hacerse elegir en su ciudad natal, a la que ya representó con éxito como diputado. Las elecciones son en febrero, para reemplazar al dinástico Richard M. Daley, intendente por décadas y sucesor de su mítico padre, el casi homónimo Richard J. Daley, que también rigió la ciudad por décadas. Con casi medio siglo de Daley en el poder, no es apenas Emanuel el que espera una elección que permita el cambio.

Por eso se espera que el ex jefe de Gabinete de la Casa Blanca tenga contrincantes y que los abogados de sus opositores se abalancen con demandas por cosas como que no vivió en Chicago en los últimos doce meses, un requisito legal. El candidato tiene casa en la ciudad, pero, por supuesto, pasó los últimos dos años viviendo en Washington.

Como se ve en la foto, el presidente le dio a su funcionario cercano una despedida más formal. El mismo Obama organizó el evento en el Salón Este de la Casa Blanca, que es de los más formales y cubierto de dorado a la hoja. Fue a la mañana y sirvió también para presentar al jefe de Gabinete provisorio, el mucho más tranquilo Peter Rouse.

Aun mientras agradecía al presidente y a sus colegas de la Casa Blanca, Emanuel hacía campaña. “Estoy contento de ir a casa, a Chicago, que como el presidente sabe bien es la mejor ciudad del mejor país del mundo (Obama también tiene casa y vivió muchos años en Chicago)”, dijo Emanuel. “Estoy ansioso por ver qué puedo hacer por mi ciudad natal, para engrandecerla.” Hasta se permitió algunos clintonismos, como señalar a amigos entre la audiencia y mostrarse muy emocionado al hablar de sus padres inmigrantes.

Emanuel comenzará una “gira de escuchar” por Chicago este lunes. Su campaña tiene fondos suficientes como para arrancar, ya que le sobró un millón de dólares de su última campaña como diputado. Pero los mensajes que está recibiendo de sus jefes de campaña no es muy alentador.

Es que hay resistencia. Los medios locales de Chicago no están detectando demasiada animación alrededor del nombre del nuevo candidato y un canal local hasta encontró un entrepreneur que ya está vendiendo un botón de solapa con la sigla “CME”, o “Cualquiera Menos Emanuel”.

El actual diputado por Chicago Bobby Rush, también demócrata, dijo que “si bien no será una coronación y listo”, el candidato “es muy viable, porque es un político inteligente, aunque tendrá que trabajar mucho”.