EL MUNDO › COMO ES LA TEORIA DE UN EXILIO DORADO PARA SADDAM
La versión más barata del conflicto
Página/12 en Francia
Por Eduardo Febbro
Desde París
Golpe de Estado, asesinato o exilio. ¿Cuál de estas tres “opciones” podría evitar una guerra en Irak? Según fuentes convergentes, la idea de que el presidente iraquí emprenda el camino del exilio ha avanzado mucho desde que fue evocada por primera vez en agosto pasado por el jefe de la diplomacia de Qatar, Hamad Ben Jassen. Incluso si Saddam Hussein y su entorno negaron con burlas esa posibilidad, los países árabes, hoy liderados por Turquía, no han abandonado esa eventualidad. En términos concretos y ante la profusión de rumores sobre el exilio de Saddam, el viceprimer ministro iraquí Tarek Aziz declaró que Saddam Hussein “no es un hombre capaz de abandonar su país sino de pelear hasta el final”.
Los iraquíes arguyen que ese rumor forma parte de “una guerra psicológica” organizada por los norteamericanos. Sin embargo, una serie de declaraciones y de movimientos diplomáticos parecen indicar que los países árabes, particularmente Turquía, Arabia Saudita y Egipto, no descartan ese camino. El despegue de la idea se plasmó luego de la gira que efectuó el primer ministro turco Abdullah Güll. Según Wahid Abdel Mejid, director adjunto del Centro de Estudios Estratégicos del centro gubernamental egipcio Al Ahram, “la cuestión del exilio de Saddam Hussein salió a la luz luego de la visita de Güll en la región”. Nabil Abdel Fatah, otro analista del mismo organismo, juzga “imposible” la eventualidad del exilio de Saddam. Según este experto, “la idea está en el tapete únicamente para que los dirigentes árabes les muestren a sus opiniones públicas que han hecho todo lo posible para evitar la guerra”. Pese a ese escepticismo, diplomáticos occidentales dicen que la “ronda” de consultas en el mundo árabe traduce una intención política real.
Ese trabajo de fondo está siendo liderado por Turquía, que fue uno de los primeros países en ofrecerle al presidente iraquí un exilio dorado. Si esa “apertura” existe, se concretaría en el curso de la cumbre regional que debe llevarse a cabo en los próximos días en Irán. Monitoreada por Turquía, la cumbre contaría con la participación de Turquía y la mayoría de los países vecinos de Irak: Siria, Arabia Saudita, Jordania e incluso hasta Egipto. Dicha cumbre, calificada como “la reunión de la última posibilidad”, apunta a elaborar una “solución pacífica” a la crisis iraquí. Varios diplomáticos revelaron que Turquía trabaja para obtener el exilio de Saddam “a cambio de que no sea objeto de querellas norteamericanas o internacionales”.
Hosham Dawod, un investigador de origen iraquí en el CNRS (Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia), analiza las hipótesis y aduce que “Saddam Hussein desconfía de todo y hay pocas posibilidades de que se deje convencer con promesas. Pero también es un hombre pragmático, capaz de sorprender”. Para este investigador residente en Francia, su exilio eventual “constituiría un fracaso a medias para los norteamericanos. El Departamento de Estado norteamericano obtendría una victoria, pero no los halcones del campo conservador, para los cuales el exilio de Saddam Hussein sería la peor de las soluciones”. Los europeos ven esa salida como la más óptima.