EL PAíS › LA SIDE PRESENTARA UN INFORME SOBRE EL CASO AMIA

La historia oficial

Tiene 500 páginas y estará disponible el 31 de enero. La SIDE afirma que tiene hasta el nombre del suicida que manejó la VAN. Las culpas van para Irán y hasta se acusa con nombre y apellido a diplomáticos de ese origen. Ni se habla de Siria y se afirma que el explosivo fue C4 y no amonal. El rol de Kanoore Edul.

 Por Raúl Kollmann

Antes del 31 de enero, la SIDE le entregará al presidente Eduardo Duhalde un informe de más de 500 páginas sobre el atentado contra la AMIA. Junto con ese texto, se enviará al Congreso una nueva Ley Antiterrorista. En el entorno del primer mandatario se dice que en el informe figurará el nombre del “inmolado” que llegó desde el Líbano y que manejó la camioneta hasta estrellarla contra la sede de la mutual judía; la forma en la que se ingresó el explosivo plástico –C4– desde la Triple Frontera y la participación en el atentado de una red de células dormidas que –según el informe– fue armada por Irán en la Argentina. En el marco de esas células se imputaría no sólo a personal diplomático iraní sino que se señalaría también la responsabilidad de un viejo sospechoso que nunca se investigó bien: un sirio-libanés llamado Alberto Kanoore Edul con vínculos familiares y de amistad con el ex presidente Menem. El documento intentará constituirse en la historia oficial del atentado y surge de aportes de la SIDE, la CIA y el Mossad, que últimamente han estrechado mucho sus relaciones y siempre impulsaron la misma hipótesis: fue Irán, con la mano de obra de la organización libanesa Hezbollah.
Ni Estados Unidos ni Israel ni mucho menos la SIDE apuntaron nunca contra Siria, el país de origen del ex presidente Carlos Menem y que en verdad es el que siempre tuvo dominio sobre el Líbano. Irán, así como Irak, han sido señalados como el eje del mal y tanto entonces como mucho más ahora, cuando se necesitan fundamentos para la guerra por venir, conviene a los intereses de Washington que se acuse al régimen de los ayatolas y no a los sirios. Los hombres del Gobierno aseguran que tienen pruebas de la trama del atentado, incluyendo cruces telefónicos antes y después del atentado, y testimonios que juran y perjuran son más creíbles que los testigos que hasta ahora aportaron los servicios de inteligencia (ver aparte el caso del testigo C). Tras entregarse a Duhalde, el informe también se girará al juez Juan José Galeano, al Tribunal Oral Federal número 3, que conduce el juicio oral, y a la Corte Suprema. El texto no se pronuncia sobre la responsabilidad de los policías que están siendo juzgados. El contenido de la ley antiterrorista que viene adjunta no se conoce todavía en detalle, pero existe una iniciativa norteamericana para establecer leyes de ese tipo en todo el mundo. En el país del Norte la legislación ha sido muy cuestionada porque significa un avance sobre las libertades individuales de los ciudadanos, aunque en el Poder Ejecutivo aseguran que el proyecto argentino se parecerá más a otras legislaciones también cuestionadas como la de España.
Punto final
El informe que la SIDE entregará al Gobierno tiene varios objetivos políticos y eso es lo que explica por qué el apuro para provocar un fuerte impacto.
u El informe pretenderá poner una especie de punto final en el caso AMIA. La llamada conexión legal se está juzgando y con este texto se pretende dar por esclarecido todo lo que tiene que ver con la conexión internacional y la forma en la que se perpetró el ataque. El informe se le entregará a Galeano, éste pedirá capturas internacionales y con ello se tratará de instalar la idea del caso cerrado. Duhalde quiere ese mérito de cara a la sociedad y por ello el titular de la SIDE, Miguel Angel Toma, está trabajando sábados y domingos para que el informe esté antes del 31.
u El texto tratará de reforzar un poco al cuestionado juez Juan José Galeano, cuya investigación y métodos pasan por graves dificultades en el juicio oral que se está llevando adelante en los tribunales de Comodoro Py. El juicio oral todavía no está decidido, o sea que pueden aparecer pruebas que terminen condenando a los policías bonaerenses y a CarlosTelleldín. Lo que sí quedó evidenciado es que el juez cometió gravísimos errores e incluso irregularidades y parece probado que le pagó 400.000 dólares al principal imputado, Carlos Telleldín.
u El informe de la SIDE le viene como anillo al dedo a Washington en su cruzada contra Irak: le permite justificar que los gobiernos sindicados como el eje del mal –entre ellos Irán e Irak– impulsaron el terrorismo y ello supuestamente justificaría una guerra, en principio contra Saddam Hussein. Esta es la razón por la cual la CIA y la SIDE han restituido sus relaciones después que Toma viajara a Washington a encontrarse con su par norteamericano.
El suicida
En la Casa Rosada aseguran que darán todos los detalles sobre el hombre que manejó la camioneta Trafic hasta la AMIA y se inmoló en el atentado. Sería la primera vez que se menciona al sujeto e incluso la primera vez en que se afirma oficialmente que hubo un conductor suicida. Ni el juez Galeano se había animado a ponerlo en una resolución porque carecía de pruebas.
Según dicen en el Gobierno el inmolado vino desde el Líbano junto con otras dos o tres personas. Entró al país por la Triple Frontera, más concretamente a través de Ciudad del Este, Paraguay, y fue el ejecutor material de la masacre. La SIDE entregaría documentación que demostraría que el hombre fue enterrado con honores en el Líbano, aunque en esas ceremonias nunca se informó que murió en Buenos Aires sino en zonas ocupadas por los israelíes.
–¿Cómo se demostrará que no se le está echando la culpa a un Mohamed cualquiera que por ahí murió en un accidente de auto? –preguntó Página/12.
–Se va a demostrar –arriesgó el vocero gubernamental–. En los últimos años los servicios de inteligencia han avanzado a judicializar su información, o sea en convertir datos de inteligencia en evidencia para entregar a un juez. En este caso será lo mismo.
–¿Usted tiene claro que es difícil que les crean? –insistió este diario.
El funcionario se negó igualmente a dar más detalles pero reiteró que se dará el nombre y algún tipo de prueba sobre el inmolado.
Los explosivos
Según trascendió en la Casa Rosada, el informe de la SIDE daría datos concretos sobre la forma en que se entró al país el explosivo con el que se voló la AMIA.
“Fue un explosivo plástico, C4, que también entró desde Ciudad del Este y en este caso también daremos nombres de otras personas que llegaron desde esa ciudad paraguaya de la Triple Frontera. Le reitero que vinieron dos o tres personas para ejecutar el atentado. Eran de Hezbollah, vinieron de el Líbano, pasaron por Ciudad del Este, entraron con el explosivo y perpetraron el atentado. Vamos a dar toda la mecánica que se usó para mover los explosivos”, le dijo a este diario el vocero gubernamental.
Oficialmente, las pericias de la Policía Federal dictaminaron que no se usó un explosivo plástico sino Amonal, una sustancia que se usa como abono y que se parece a la cal. Se pone en marcha con otro explosivo menor que hace estallar al amonal. Otros peritos que estudiaron el atentado, entre ellos el comandante retirado de la Gendarmería, Osvaldo Laborda, cuestionaron la teoría oficial de amonal sobre la base de análisis que hicieron los norteamericanos. Los estudios hechos en Washington determinaron que había amonal pero también muchas otras sustancias, por lo cual no quedaba claro cuál fue el explosivo. Ahora, el trabajo oficial dela SIDE, seguramente influenciado por la CIA y el Mossad, asegura que fue C4.
La cuestión marca una diferencia de importancia: no tiene el menor sentido traer amonal del exterior porque es un abono que se consigue a bajísimo precio en la Argentina. Incluso se hicieron un montón de investigaciones para saber sobre los consumos de nitrato de amonio y de dónde pudieron salir los 300 kilos que se usaron. Es más, Galeano hasta hizo una prueba haciendo explotar una Trafic con amonal. Lo concreto es que ahora el informe de la SIDE dice que no se trató de ese explosivo sino de C4, que no se consigue fácilmente y que según el texto fue traído de afuera.
–¿Cómo van a probar que la historia del C4 es cierta? –volvió a preguntar este diario, ante la mirada un poco impaciente del funcionario.
–Todo lo que usted pregunta demuestra desconfianza –se defendió el hombre sentado detrás del escritorio y delante de la bandera celeste y blanca–. Ya le dije, habrá testigos, cruces telefónicos que mostrarán cómo fueron las cosas.
La “verdadera”
conexión local
En las 500 páginas que recibirá el Presidente habrá un extenso análisis de la forma en que supuestamente se armó en el país una red que hizo posible el atentado.
–Seguramente dirán que fueron los diplomáticos iraníes que estaban en la Argentina. Esa ya viene siendo la historia oficial –recordó Página/12.
–Sí, la embajada de Irán ofició como una especie de central de inteligencia y conducción, pero los trabajos de colaboración con el atentado no los hicieron los diplomáticos, sino células dormidas.
–Usted se refiere a integrantes de la comunidad islámica que se infiltraron en las mezquinas y organizaciones culturales.
–Sí. No todos, ni siquiera muchos de los que iban a la mezquita de Floresta, la más afín a Teherán, tuvieron que ver con el atentado. Pero algunos se reclutaron allí, así como en el centro cultural de Cañuelas y otros lugares. Dentro de los fieles, varios ayudaron a los hombres de Hezbollah que vinieron desde el Líbano a concretar el ataque.
–Por supuesto ustedes van a ratificar otra parte de la historia oficial, la que imputa al ex agregado cultura, Moshen Rabbani.
–Efectivamente. Con las pruebas que vamos a aportar, nos imaginamos que el juez Galeano tendrá los elementos para pedir su captura internacional.
–Uno de los pocos elementos objetivos que existen en el caso AMIA es una llamada de un sirio-libanés, Alberto Kanoore Edul, a la casa de Carlos Telleldín una semana antes del atentado. ¿Habrá referencia a ese hombre en el informe?
–Sí.
Kanoore siempre estuvo sospechado, entre otras cosas porque no pudo explicar esa llamada. Se trata del hijo de un otrora poderoso empresario islámico, muy relacionado con Juan Domingo Perón. La familia de Albertito, como le dicen, proviene de Yabrut, el mismo pueblo de los Yoma y participó de la financiación de la primera campaña electoral de Menem. En verdad, Kanoore encaja muy bien con la pista siria, que nunca se quiso investigar, pero aparentemente el informe de la SIDE lo pone en la mira.
–Si se menciona alguna vinculación de Kanoore Edul con el atentado, significa que no se investigó como corresponde.
–Es una conclusión tácita del informe. Los que lo hicieron sostienen que se lo debió apresar desde el principio.
–¿Hay conclusiones sobre la participación de los policías y Telleldín?
–No, no hay. Se trazaron algunas hipótesis en la que no hay un pronunciamiento categórico. Una hipótesis es que Telleldín dio el auto para el atentado, una especie de préstamo, ya que no entregó el formulario08 que indefectiblemente se entregaba en una venta. La otra hipótesis es que vendió la camioneta, por alguna razón que no entendemos no entregó el 08, y en ese caso hay dudas. Pero le insisto, no hay un pronunciamiento porque eso ya es parte del juicio oral.
Las pruebas
Los hombres de la Casa Rosada recibirán el informe de la SIDE antes del 31 y las copias irán al juez de la causa, Galeano, al Tribunal Oral, porque podría sacar algún elemento que sirva al proceso que se está llevando a cabo, y a la Corte Suprema, porque tiene elementos sobre el atentado contra la embajada de Israel.
En el Gobierno aseguran que la primera parte del informe estará destinado a explicar cómo se hacen en general las operaciones terroristas. “La CIA y el Mossad dieron tanta información sobre el modus operandi de las organizaciones terroristas que eso se va a volcar en el texto. También habrá una descripción de cómo funcionan los iraníes en este terreno. Ese marco general, ese encuadre, se va a respaldar con testimonios de ex agentes iraníes y declaraciones judiciales hechas en otros países.”
–Esos arrepentidos no hacen más que papelones. Declaran una cosa y después se desdicen, como el caso del famoso testigo C –cuestionó este diario (ver aparte).
–Con eso hubo manipulaciones, pero son testigos muy valiosos.
Respecto del atentado de la AMIA, el informe se va a respaldar también en otros testimonios. Se mencionan personas de la Triple Frontera e incluso agentes de la SIDE que declararán en sede judicial respecto de la información vertida en el informe. El funcionario del Gobierno que dialogó con Página/12 se negó a dar más datos sobre los testimonios.
El otro aspecto que –dicen– servirá para respaldar los dicho por la SIDE son cruces de llamadas telefónicas. Debe imaginarse que eso significa, por ejemplo, que Rabbani llamó a tal teléfono de Berlín que corresponde a la dirección en la que estuvo alojado tal terrorista de Hezbollah y así sucesivamente. Tampoco el funcionario quiso avanzar demasiado en adelantar elementos sobre esa evidencia.
En el final del informe habrá, según le adelantaron a este diario, un legajo secreto en el que se reflejarán tareas de inteligencia y datos aportados por agentes de otros servicios. Ese apartado sólo lo podrán leer los jueces ya que, supuestamente, pone en peligro la vida de agentes infiltrados en organizaciones terroristas.
Después de la cantidad de irregularidades, maniobras y mentiras que fueron apareciendo en el juicio oral, está más que debilitada la credibilidad del Estado argentino en el caso AMIA. La percepción es que no hubo voluntad de investigar y que las policías y la SIDE no quisieron profundizar la pesquisa porque a cada paso se topaba con los negocios multimillonarios de comisarios, agentes de inteligencia e integrantes del gobierno. A primera vista, el diagnóstico sobre el informe de la SIDE es que se quiere armar un punto final de apuro, una historia oficial con pruebas imposibles de verificar y que servirán a la política exterior de Washington y Jerusalén. De todas maneras, habrá que ver el texto final y comprobar si en él se menciona, por ejemplo, en qué lugar se armó la camioneta con los explosivos y cuáles son los argentinos que participaron en la masacre. No vaya a ser que terminen librándose ordenes de captura para una docena de apellidos islámicos que nadie sabe siquiera si existen.

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La AMIA fue volada el 18 de julio de 1994 con una VAN cargada de explosivos. Hubo 85 muertos.
 
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