EL MUNDO
Chávez muestra ahora las armas
El presidente venezolano hizo cambios en el gabinete y la cúpula militar, y amenazó con retirarse del diálogo con la oposición.
Un día después de aceptar a regañadientes, por pedido expreso del presidente brasileño Lula da Silva, la presencia de Estados Unidos en el grupo de países amigos que busca una solución a la crisis de su país (algo criticado ayer por Fidel Castro), el presidente venezolano Hugo Chávez decidió mostrarse duro. Mientras reiteraba que el gobierno está considerando retirarse de la mesa de diálogo con la oposición bajo auspicio de la OEA, Chávez anunció la designación de Lucas Rincón, uno de los generales que evitó el golpe militar de abril pasado, como nuevo ministro del Interior, y del general Jorge García Carneiro, muy cercano al presidente, como comandante general del ejército. Y advirtió que continuarán los allanamientos donde se sospeche que se acopian alimentos para generar desabastecimiento.
La huelga patronal-empresarial contra el gobierno de Chávez entra en su octava semana consecutiva, pero lejos de su época de gloria, cuando logró paralizar a la industria petrolera. Una encuesta telefónica de la firma Consultores 21 en ocho ciudades venezolanas, divulgada por el vespertino Tal Cual, arrojó que el 76 por ciento cree que el paro no logró sus objetivos, frente al 19 por ciento que afirmó que sí, y un 5 por ciento que no supo contestar. El 49 por ciento respondió que el paro debe suspenderse, frente al 46 por ciento que opinó que debe continuar.
Ocurre que, sin haber logrado ahogar al gobierno de Chávez con un golpe petrolero, y sin tener a la vista el referéndum consultivo con el que pretenden sacar a Chávez del poder, la oposición sólo tiene la calle para seguir presionando. Ayer se reunieron cientos de inmigrantes europeos en Caracas contra el gobierno, pero no pasa de un acto simbólico. En cuanto al referéndum consultivo, el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Alfredo Avella, dijo que ante la negativa del Congreso de tramitar los recursos para la consulta, que debería realizarse en dos semanas, la directiva aprobó acudir a contribuciones privadas para reunir los 20 millones de dólares necesarios para el referéndum. El gobierno impugna esta vía y todo indica que podrá mantener esta posición.
En este panorama, Chávez subió la apuesta. “Seguimos analizando la posibilidad de que esa mesa de negociación se levante porque estos señores que dicen que quieren dialogar y se la pasan saboteando y dicen que hay que sacar a Chávez, bueno, así no se dialoga con nadie. Con terroristas no se dialoga”, dijo en su programa dominical “Aló presidente”. Donde no pudo avanzar fue en el frente de los “países amigos”, ya que Lula, impulsor de la iniciativa, le sugirió que acepte a Estados Unidos y a España, y desista de incluir a otros países para equilibrar las “amistades”. Ayer, Fidel Castro justamente se refirió a esto. “Todos sabemos que este grupo va a ser utilizado como instrumento por Estados Unidos”, declaró. “Varios de esos países que están ahí apoyaron el golpe”, señaló Castro en clara alusión a Estados Unidos y España, que saludaron al gobierno provisional del empresario Pedro Carmona en abril pasado, antes de que el golpe cívico-militar fracasara.