La OTAN invitó ayer a Rusia a relanzar su cooperación, incluida la participación en un escudo antimisiles para proteger todo el territorio europeo, y en una serie de áreas relacionadas con la seguridad. La propuesta será planteada durante la cumbre que los mandatarios aliados celebrarán en Lisboa con el presidente ruso, Dimitri Medvedev, de la que la OTAN espera que suponga un nuevo comienzo en su relación con Rusia, marcada por los altibajos desde que en la década del ’90 se pusieran las bases de la misma tras la Guerra Fría.

Según fuentes de la Alianza Atlántica, se va a proponer a Rusia explorar las modalidades de cooperación para un sistema de defensa antimisiles balístico. “No se pretende crear un sistema único, sino ver cómo se pueden compatibilizar el sistema aliado y el de Rusia”, señalaron las fuentes.

Pero la interoperabilidad de los dos sistemas presenta dificultades técnicas relacionadas con el sistema de control y mando.

La aprobación del sistema de defensa antimisiles en la cumbre que los jefes de Estado y de gobierno de los 28 países de la OTAN comenzaron ayer en Lisboa es una de las grandes apuestas de la Alianza para esta reunión. Turquía se opone a que en el contexto de las potenciales amenazas que harían necesario el escudo antimisiles se mencionen países concretos.

El presidente turco, Abdulá Gul, advirtió ayer antes de viajar a Lisboa para la cumbre que no permitirá que se cite a Irán.

Sin embargo, según fuentes de la OTAN, Corea del Norte e Irán sí podrían ser mencionados en la declaración de la cumbre en un contexto de proliferación de armas nucleares, aunque éste es uno de los asuntos que todavía no han sido cerrados.

La OTAN y Rusia también acordarán hoy estrechar la cooperación en varios ámbitos relacionados con Afganistán, uno de los cuales será expandir el acuerdo de tránsito a través de territorio ruso de materiales, que podrán incluir vehículos blindados, aunque seguirá excluido el tránsito de armas o municiones. La Alianza también espera de Rusia que aumente la formación de agentes antidrogas afganos, con la apertura de un segundo centro de instrucción en San Petersburgo, que se sumaría al que ya existe en Moscú. Finalmente, se prevé que Rusia suministre a Afganistán una veintena de helicópteros de transporte Mi17 y dé formación a sus pilotos afganos.

De la cumbre de hoy saldría asimismo un acuerdo para fijar una lista de amenazas comunes, entre otras el terrorismo, la proliferación de armas nucleares o la piratería.

Tras la larga etapa de abierta rivalidad durante el período de la Guerra Fría, la OTAN y Rusia acercaron sus posiciones en la década de los noventa y en 2002 pusieron en marcha un Consejo conjunto, que desde entonces ha vivido distintos altibajos y momentos de confrontación, como el registrado en el verano de 2008 durante la guerra de Georgia. Hoy la OTAN intenta relanzar esa asociación con Rusia y superar los recelos del Kremlin.

Ayer, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defendió la necesidad de que la OTAN comience desde cero su relación con Rusia, de la misma manera que ya lo hizo su país para fortalecer la cooperación bilateral.

En un artículo de opinión publicado en el periódico portugués Público, Obama destaca que la Alianza y Rusia tendrán en la cumbre de la OTAN una oportunidad para replantear sus relaciones. “Tenemos que vernos como socios y no como adversarios”, escribió.

Por su parte, Rusia quisiera ver en la nueva estrategia de la OTAN disposición a cooperar en pie de igualdad con Moscú en el ámbito de la defensa antimisiles, declaró Serguei Prijodko, asesor de política internacional del presidente Dimitri Medvedev. “Quisiéramos que la idea de la participación en pie de igualdad, que la importancia de la participación conjunta en la creación de un sistema de defensa antimisiles que garantice la seguridad se reflejen, de uno u otro modo, en el documento”, dijo Prijodko.

El asesor presidencial señaló que la igualdad no es un concepto abstracto: “Igualdad significa tomar decisiones conjuntas, aunque sea en algunos segmentos”. Recordó que el secretario de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, se ha manifestado en numerosas ocasiones sobre la necesidad de crear un sistema europeo de defensa antimisiles, pero al mismo tiempo resaltó que hasta ahora Rusia no ha recibido propuestas concretas.

“Nosotros estamos sumamente interesados en que la creación del sistema de defensa antimisiles europeo no separe a los países de la OTAN y Rusia, sino, por el contrario, que fortalezca la seguridad de todos los Estados europeos, sin excepción, y subraye el carácter indivisible de la seguridad”, recalcó Prijodko.