Cientos de estudiantes y representantes de la izquierda extraparlamentaria se manifestaron ayer en Atenas contra el plan de recorte acordado con el FMI y la Unión Europea, mientras la Iglesia Ortodoxa denunció un “país bajo ocupación” y “gobernado por sus acreedores internacionales”.

Jóvenes que exhibieron en su marcha símbolos anarquistas y del partido trotskista EEK se reunieron con representantes del movimiento estudiantil ante el rectorado de la Universidad de Atenas para marchar al Parlamento.

Los manifestantes gritaban “basta con el Memorandum”, en referencia al préstamo de 110 mil millones de euros firmado por Atenas y que provocó un duro plan de recortes.

Después de la huelga de 24 horas que paralizó el jueves todo el transporte público de Atenas, los empleados de los servicios de autobús y trenes convocaron ayer a un paro de cinco horas, mientras los periodistas cesaron sus actividades hasta las 6 de la mañana del domingo. La radio y televisión griegas amanecieron sin noticias, mientras ya salieron a la venta ediciones especiales de los diarios dominicales.

Los profesionales de los medios quieren protestar así por la dramática situación de la prensa del país: numerosos medios despidieron en los últimos días a decenas de periodistas y técnicos, mientras los ingresos por publicidad cayeron en los últimos dos años en alrededor del 50 por ciento, según datos de la sociedad de editores de prensa griega.

Por su parte, los conductores de ómnibus y trenes protestan contra la dura política de ahorro impuesta por el gobierno socialista por presión de la Unión Europea, que prevé, entre otras medidas, el recorte de los salarios de los empleados públicos en hasta un 25 por ciento.

La jornada de protestas coincidió con la denuncia de la Iglesia Ortodoxa contra la falta de liderazgo y de sentido ético que a través de la crisis hizo de Grecia un país “bajo ocupación”, que “sigue las órdenes de sus acreedores” del FMI y la UE y que “parece haber perdido su independencia”.

Entre los objetivos de la crítica, que será distribuida el domingo, se incluye un cuestionamiento contra “la clase dirigente” del país.