Un grupo de militantes vascos rompieron con la formación Batasuna, considerada el brazo político de ETA, y presentaron un nuevo partido al gobierno de España con el que esperan poder participar de las municipales de mayo del País Vasco y su vecina Navarra. Los flamantes representantes políticos rechazaron “el accionar violento” de la organización separatista en su documento fundacional. Pero funcionarios del Ejecutivo español adelantaron que dejarán su aceptación formal en manos de la Justicia. “Los jueces decidirán si el nuevo colectivo mantiene o no sus vínculos con la organización terrorista vasca. La credibilidad de Batasuna está bajo mínimos, los ciudadanos españoles desconfían de sus verdaderas intenciones”, anunció el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El funcionario del gobierno de Rodríguez Zapatero además recordó que los etarras anunciaron una tregua, pero no el abandono definitivo de las armas. “ETA no ha declarado el final definitivo de la violencia y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado siguen trabajando para que desaparezca.” La cartera del Interior española entregará a la fiscalía general y a la abogacía del Estado la documentación referente a la nueva formación, integrada por ex miembros del partido político vasco ilegalizado en 2003, para definir su inclusión en el registro de partidos políticos.

El dirigente de la izquierda abertzale, Rufi Etxeberria, aseguró: “En nuestro nuevo partido dejamos totalmente claro que rechazamos el terrorismo de ETA en todas sus manifestaciones”. El referente del gobierno vasco, Patxi López, valoró positivamente la decisión de la izquierda ante la prensa local. “Es positivo que quienes hasta no hace mucho justificaban a ETA afirmen su voluntad de hacer política sin la cobertura de la violencia”, declaró.