EL MUNDO › ESTALLA UN ESCANDALO EN PLENA CAMPAÑA ELECTORAL
Las cajas negras de Chirac
Por Eduardo Febbro
Desde París
La guerra de los trapos sucios puso al rojo vivo la campaña electoral francesa para las elecciones presidenciales del próximo mes de abril. El retorno a París de un dirigente conservador implicado en uno de los escándalos más turbios que haya conocido el país dejó sin aliento a la derecha francesa. Prófugo desde hace siete años, Didier Schuller, ex consejero general de una importante localidad de las afueras de París y cuadro importante del partido fundado por el actual presidente francés, el RPR, regresó a la capital francesa con un baúl cargado de secretos que apuntan directamente al jefe del Estado. Una sola novela no bastaría para narrar las peripecias del llamado “caso Schuller” y las consecuencias que puede tener para la figura y el partido presidencial las declaraciones del fugitivo.
Schuller vivió a lo largo de siete años en una lujosa residencia de República Dominicana huyendo de un mandato de arresto internacional por tráfico de influencias, abuso de bienes sociales, encubrimiento y complicidad en un sistema de falsas facturas estrechamente ligado a un organismo público de viviendas sociales. Detrás de esta –apenas– primera parte de los cargos que pesan contra él aparece todo el sistema de financiamiento oculto orquestado por el partido RPR (Reunión para la República) fundado por Jacques Chirac. Los jueces establecieron que varias empresas de obras públicas pagaron cuantiosas sumas de dinero a la oficina que administraba las viviendas sociales (la oficina HLM dirigida por el mismo Schuller) con el fin de obtener jugosos contratos públicos. Esas comisiones servían luego para alimentar las cajas del RPR. Si no fuese por un par de detalles, la historia de Schuller no sería más que un eslabón suplementario de la cadena con que funcionan los partidos. Pero en su historia entran algunos episodios suplementarios que lo vuelven un hombre clave.
El primero de ellos es el presidente francés. Chirac ha sido citado muchas veces en este caso, pero su estatuto de jefe de Estado le ahorró el oprobio de acudir ante los jueces, que el año pasado se declararon no aptos para juzgarlo pese a las pruebas existentes. En segundo lugar, Schuller puede confirmar las acusaciones contra Chirac lanzadas en una entrevista “póstuma” de Jean-Claude Méry, el hombre que recolectaba los fondos obscuros del RPR hasta la fecha de su muerte, 1999. En un video difundido luego de su muerte, Méry reveló todos los detalles del circuito de financiamiento de los partidos políticos, tanto de derecha como de izquierda, ubicando en el centro de ese tablero al actual presidente francés.
La derecha francesa acusa a los socialistas de haber organizado la reaparición de este personaje. “El primer argumento de la campaña de los socialistas va a aterrizar en París”, dijo la presidenta del RPR, mientras que otro de sus ejecutivos, Patrick Davedjian, denunció “la utilización de una historia de derecho común con fines políticos”. Para tener una idea del tono que adquirió la campaña, el ex premier liberal Alain Juppé dijo: “Los socialistas eligieron su estrategia: atacar a las personas removiendo la mierda”.