Martes, 17 de mayo de 2011 | Hoy
EL MUNDO › LA SEGUNDA VUELTA EN MILáN MARCA UN CAMBIO; ANALISTAS VEN EL FIN DE LA OMNIPOTENCIA DEL PREMIER
En las cuatro principales ciudades italianas, la oposición de centroizquierda obtuvo la alcaldía de Turín y los más altos porcentajes de votos en Milán y Bolonia. No así en Nápoles.
Por Elena Llorente
Los resultados obtenidos hasta la medianoche local, cuando se han computado la mayoría de los votos, hablan claro. En las elecciones municipales italianas, el centroderecha liderado por el primer ministro Silvio Berlusconi ha sufrido un duro revés. Algunos hablan ya del “comienzo del fin del berlusconismo” y otros, menos osados, de una “brecha profunda” entre sus filas.
En las cuatro principales ciudades de los 1200 municipios que eligieron sus alcaldes el domingo y ayer, el centroizquierda obtuvo la alcaldía de Turín y los más altos porcentajes de votos en Milán y Bolonia. No así en Nápoles, donde el centroderecha consiguió la mayoría relativa de los votantes (40 por ciento).
El candidato y dirigente del Partido Democrático en Turín, Piero Fassino, arrasó con más votos de los que le daban las previsiones: casi el 57 por ciento. En Bolonia, el candidato del centroizquierda, Virginio Merola, conseguía a la cero hora de este martes cerca del 50,7 por ciento de los votos, pero dado que los resultados no son definitivos y que la diferencia es muy pequeña, podría tener que ir a la segunda vuelta.
En Nápoles, una ciudad acosada por la camorra (mafia napolitana) y por la basura que ésta controla en gran medida, se produjo uno de los hechos sorprendentes de estas elecciones: el crecimiento inesperado de un partido pequeño como Italia de los Valores (IDV), liderado por el ex fiscal Antonio Di Pietro. IDV lleva como candidato un ex juez, Luigi De Magistris, actual diputado europeo, que consiguió casi el 27 por ciento de los votos y podría transformarse en un imán de electores en la segunda vuelta.
Pero el caso más simbólico es sin lugar a dudas Milán, capital financiera y empresarial de Italia, baluarte del centroderecha desde hace casi 20 años. La candidata del partido de Silvio Berlusconi, el Popolo Della Liberta (PDL), no consiguió superar al candidato del centroizquierda en la primera vuelta (41,7 por ciento contra el 47,9, según datos provisorios), lo que de-sorientó a muchos dirigentes y seguidores del PDL. Según algunos analistas, el fenómeno eleccionario de Milán va mucho más allá de significar una simple segunda vuelta. Quiere más bien decir que Berlusconi –él mismo cabeza de lista del PDL en su ciudad natal– “no es más omnipotente”.
La candidata del PDL en Milán es la actual alcaldesa Letizia Moratti, que gobierna la ciudad desde 2006. Ex presidenta de la RAI (Radio y Televisión Italiana) y ex ministra de Educación durante un precedente gobierno de Berlusconi, Moratti pertenece a una acaudalada familia del norte de Italia ligada a la industria petrolífera. Durante la campaña electoral cometió un error político que puede haber sido una de las causas de la pérdida de votos: al final de un cara a cara con el candidato de centroizquierda Giuliano Pisapia, en un programa de la poderosa televisión privada Sky, la alcaldesa lo acusó de haber sido juzgado como responsable del robo de un auto usado para un secuestro por parte de terroristas. El candidato del centroizquierda intentó retrucar, pero el periodista que dirigía el programa consideró que el tiempo había terminado y no se lo permitió. Sky, vale la pena aclarar, pertenece al magnate televisivo australiano Rupert Murdoch, para una de cuyas empresas trabajó Moratti en 1998. La acusación de Moratti resultó ser una verdadera calumnia, porque Pisapia fue declarado inocente por la Corte de Apelaciones. Abogado penalista y actual diputado, Pisapia fue elegido por primera vez al Parlamento desde las filas del partido Refundación Comunista. Ahora se presentó como candidato del centroizquierda.
Otro dato interesante en Milán es que, a diferencia del resto del país donde el número de votantes ha disminuido –excepto Turín que ha aumentado en un 2 por ciento–, la afluencia a las urnas se ha mantenido, alcanzando el 67,6 por ciento. Este hecho –en un país donde el voto no es obligatorio–, unido al resultado electoral, indica un cambio de preferencia política. Para muchos está claro que además de la afluencia a las urnas y la calumnia de Moratti, los militantes del PDL tendrán también que poner en la cuenta, para sacar sus propias conclusiones, las aventuras judiciales y amorosas del premier, es decir las historias del “bunga bunga” y los cuatro procesos que en este momento tiene abiertos en la Justicia de Milán, uno de ellos por prostitución de menores y abuso de poder.
Y la primera en sacar estas cuentas es la Liga Norte de Umberto Bossi, principal aliada de Berlusconi. “Ha sido un voto anómalo, tenemos que reflexionar”, comentó el exponente de la Liga Norte y ministro Roberto Calderoli. “Bo-ssi sabe hacer muy bien su facturación. Si se da cuenta de que corre riesgo de quedar aplastado por el derrumbe del berlusconismo, se apartará rápidamente”, dijo por su parte Italo Bocchino, ex PDL y ahora dirigente de la derecha moderada de Futuro y Libertad, enemiga acérrima del premier. La segunda vuelta está prevista para el 29 y 30 de mayo.
El canciller italiano, Franco Frattini, dijo que Khadafi tenía “las horas contadas”, pero no precisó por qué. Según el ministro, una parte del entorno del dictador libio está buscando una puerta de salida. Frattini declaró que no se trataba sólo del deseo de Italia, uno de los países que intervienen en Libia a favor de los rebeldes. “Se trata de los mensajes que llegan del círculo reducido del régimen”, señaló el ministro a la cadena de televisión italiana Canale 5. Frattini dijo, por último, que las potencias buscaban “una salida política” en momentos en que la OTAN lleva adelante operativos aéreos contra el régimen. Ayer mismo volvieron a bombardear la residencia de Khadafi en Trípoli.
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