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La flota perdida
Una flota de Saddam Hussein espera hace 18 años frente a la costa italiana, ignorada por Estados Unidos. Son dos barcos con bandera iraquí que esperan en el puerto de La Spezia, en la provincia de Liguria, para poder zarpar algún día. Las corbetas “Mussa Ben Nussain” y “Tarik Ibn Sai” integraron en la década del 80 un encargo iraquí por once naves de guerra en los astilleros de La Spezia, valuado en 960 millones de dólares. Los barcos nunca pudieron zarpar, primero por la guerra entre Irak e Irán, luego por la invasión iraquí en Kuwait, y finalmente por el embargo que le impuso la ONU a Bagdad. Se presume que no lo harán nunca. “Ambas corbetas ya son muy viejas. Incluso, en este momento se debería controlar la quilla de una de ellas”, dijo un funcionario. Durante todo este tiempo las embarcaciones fueron mantenidas por 12 marineros iraquíes. Y llegó otra guerra.